Desde Guadalajara

Los cronopios de Julio Cortázar andan con ganas de ser los protagonistas de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), que terminó ayer con la cifra record de más de 680 mil visitantes en nueve días. La Argentina quiere ser el país invitado de honor en 2014 de la feria más importante en lengua castellana, gran vidriera editorial y fiesta literaria. La fecha no es caprichosa: en dos años se cumplirá el centenario del nacimiento del autor de Rayuela, año que también coincide con el centenario del mexicano Octavio Paz, unos de los autores más importantes del siglo XX. Magdalena Faillace, directora de Asuntos Culturales de la Cancillería, alma mater del desembarco argentino en Frankfurt 2010, se reunió con Raúl Padilla, el presidente de la FIL, para iniciar los primeros avances de una propuesta de participación que, además de una programación literaria y editorial, incluya música, cine, teatro, artes visuales y gastronomía. “Queremos que ‘nuestra niña bonita’ sea Guadalajara”, dice Faillace en el stand argentino que fue montado conjuntamente por la Cancillería, la Cámara Argentina del Libro (CAL) y la Fundación Export.Ar, donde José Pablo Feinmann, Luisa Valenzuela, Pablo De Santis, Matilde Sánchez, Oliverio Coelho y Mariana Enriquez debatieron sobre los clásicos de la literatura latinoamericana, las heridas de Malvinas en la literatura argentina reciente, y los “géneros fronterizos y las innovaciones narrativas a partir de los recursos de la web”, entre otros temas.

La directora de Asuntos Culturales asegura que esta feria tiene “un crepitar particular”, y pondera que está consagrada como la más importante de la región, “pese a que nuestra feria de Buenos Aires es más antigua y tiene un millón trescientos mil visitantes”. Le ofreció a Padilla una programación con eje en Cortázar, que incluiría películas y documentales como el de Tristán Bauer o la muestra Presencias de Facundo de Almeida; y una música en alza por estos pagos de Jalisco entre los jóvenes: el tango electrónico, con Bajofondo como punta de lanza. “Paz y Cortázar son escritores fundacionales de la literatura del siglo XX”, subraya Faillace. La reunión fue distendida y cordial. “Siento que en esta feria el espíritu mexicano baja desde la organización”, agrega la directora. Aunque el escenario Argentina 2014 entusiasma, hay exigencias y pautas que cumplir para ser invitado. Padilla le dijo que “esperan un desembarco argentino” de unas 400 personas, entre escritores, editores y artistas. “Estamos seguros de que podemos hacerlo. La Argentina es uno de los grandes productores culturales de la región y sabemos que esperan mucho de nosotros”, agrega Faillace. La respuesta final llegaría recién en marzo.

Directora de contenidos de la FIL, Laura Niembro advierte que hay otros países latinoamericanos que se están postulando para 2014, además de regiones unidas bajo un mismo concepto y países de lengua no hispana. No dará nombres, pero basta con repasar la programación de esta edición para darse cuenta de que Brasil –que tuvo un programa especial con 20 escritores invitados– podría ser uno de los candidatos. “¿De qué depende que un país sea el elegido?”, pregunta Página/12. “Ser invitado de honor no sólo implica una presencia de corte literario y editorial sino una presencia integral de teatro, de artes visuales, de gastronomía, de música, de cine. El que un país sea considerado seriamente invitado de honor depende de que presente un proyecto que incluya algunos avances de programación y líneas generales”, explica Niembro. Lejos de poner paños fríos al entusiasmo argentino, la directora de contenidos cuenta que algunos invitados de honor empiezan a trabajar con la meta de un año específico y a veces por distintas cuestiones lo logran uno o dos años después de lo previsto. Juega a favor –insinúa Niembro– que la Argentina fue invitada de honor en la FIL en 1997. Han pasado más de 15 años. “Las condiciones del ambiente literario son muy propicias. La Argentina tiene un boom literario muy notable. Sería el momento de venir a Guadalajara, y nos alegraría muchísimo”, confiesa Niembro.