Miguel Rep dibuja tanto que ya dibujó el 2015. Quienes se resistan a las agendas serias y aburridas que sólo contienen numeritos, renglones apretados y un par de hojas para los teléfonos tendrán la chance de obtener mañana la Agenda 2015 ilustrada por Rep. En la tapa verdeagua hay siete corazones, uno dentro de otro, ya que la temática que eligió el dibujante –que viene trabajando en este proyecto desde 2000– es el amor. Las obligaciones y los quehaceres del año que está llegando dialogarán con situaciones y personajes ilustrados en distintos formatos, porque ésta es “una agenda maleducada respecto del dibujo y educada en la rigidez de los días”, según la define su creador.

Se la puede obtener opcionalmente con la compra del Página/12 dominical. Rep quiere hacer una advertencia: “Siempre soporto los reclamos de los lectores que no alcanzan a conseguirla. Es un producto muy efímero, ni siquiera va a las librerías. Por eso ahora anticipo su lanzamiento por Facebook, para que la pidan. Así el kiosquero tiene la cantidad que necesitan y después no andan llorando porque no la tienen”, dice, recién llegado de Mendoza (hay una exposición y dos murales suyos en la Nave Cultural, hasta el 7 de diciembre). Cuenta que incluso él usa la agenda de su autoría, pero que corre con una desventaja: no se sorprende por el dibujo que viene. “Ni los miro. Los miro sólo cuando la recibo, para ver cómo salieron. Después son invisibles. Pero la gente los va descubriendo.”

En lo que va del año, Rep hizo más de 1200 ilustraciones. Para mayor especificidad: 1264. Y lo sabe porque lo tiene registrado todo en su agenda de 2014, la que en sus páginas homenajea a Julio Cortázar a propósito del centenario de su nacimiento, y que se agotó en dos días. Es decir que, de algún modo, Rep la utiliza para hacer balances. “Es una cosa muy distinta de un libro, un diario o una publicación. Te acompaña todo el año. Es como el reloj que uno se pone todos los días. Es un ritual, la gente lleva eso, la lleva en la cartera. Yo la uso todos los días, salvo cuando viajo, cuando la dejo en mi escritorio. Hay gente que tiene una muy precisa, muy rutinaria.”

“Es muy económica y bonita y la gente ya tiene una costumbre con respecto a esta propuesta”, dice el ilustrador y muralista. En 1999 salió a la venta la agenda de Lukas –para gente pesimista–, editada por Granica. “Era de tapa dura, de las caras, y se conseguía en librerías”, recuerda. Empezó a inventarlas para este diario en 2000: la primera tenía un bebé en la tapa, imagen que remitía al comienzo del nuevo milenio. En 2012 homenajeó a la militancia. Algunas, varias, se impregnaron de sus criaturas gráficas, como la del Niño Azul, la de Gaspar el Revolú, el Caramanchón y la del Culpo. En otra de sus agendas se inspiró en la psicología, también dibujó a González Tuñón. La de 2011 fue literaria, con retratos de escritores; y antes, la de 2009, estaba dedicada a las bellas artes.

“En la agenda pienso una vez por año. Sólo la recuerdo cuando veo gente que la tiene. Es un trabajo de clímax muy corto”, define Rep. A fines de septiembre comienza a imaginar los dibujos y los va entregando uno por uno. Así, paulatinamente, se va llenando este objeto, como luego sus dueños lo llenarán con las cosas que hay que hacer en los días venideros. “Las ilustraciones son de un formato extremadamente libre, es una agenda muy ecléctica: los hay apaisados, otros cuadrados... es muy distinto, como ocurre casi todos los años”, cuenta. Así, los lectores se encontrarán con aproximadamente 60 dibujos.

Rep se detiene, también, en el tema que eligió: le pintó el romanticismo. “Me gobernó el corazón como dibujo y sentimiento”, sostiene. “Uno aloja más que nada el amor romántico, por supuesto; pero quise hablar del amor en general. Este fue un año en que pensé mucho en el amor. Tiene que ver, seguramente, con mi trabajo con La Divina Comedia: pensé en varias cosas que nunca había pensado, entre ellas el amor, a pesar de las vicisitudes infernales. Es el año en que más he pensado en el amor, en el que más he gozado y he sufrido. Y paralelamente, éste fue un año de odio: ¡basta de tanto odio! Es un año de odio universal”, se explaya. De modo que su trabajo a estrenar es una suerte de “llamamiento para que no estemos tan terriblemente odiadores”.