Para el programa Somos todas. Mujeres en libertad leo una poesía de una mujer que fue secuestrada, torturada y desaparecida. Cada vez que la leía intentando imaginarme lo que contaba se me hacía un nudo en la garganta. Se la escribió a su hijo. Hay una relación: las mujeres por las que se implementó el Día de la Mujer fueron quemadas vivas. Un montón de mujeres han luchado y defendido sus derechos y no es casual que sean las que han desaparecido. La mujer y la memoria están ampliamente ligadas. Aquellas mujeres opusieron resistencia al poder violento, desamorado. Es casi imposible que pensemos que esta es una oportunidad para que nos regalen flores: es un homenaje a las mujeres que lucharon y luchan por obtener derechos para la equidad. Además, es una fecha especial porque las mujeres no se representan sólo a sí mismas. También a los niños, sus hijos; a los ancianos, sus padres y madres. En el Día de la Mujer se pueden encerrar muchas luchas. Lo veo como un homenaje a las luchas que surgieron por las injusticias perpetradas a lo largo de siglos por un poder masculino en el cual muchas mujeres han estado implicadas, porque ese poder no ha sido sólo ejercido por hombres. Del mismo modo, la defensa de los derechos de la mujer no ha sido gestionada sólo por mujeres. Este es un día que habla de la igualdad entre las personas.