Fue una figura fundamental del cine brasileño y latinoamericano, como crítico, programador y funcionario cultural. Ayer falleció en su Río de Janeiro natal José Carlos Avellar, a los 79 años, víctima de un cáncer que no le impidió seguir trabajando casi hasta último momento. Autor de libros como O chao da palavra, sobre cine y literatura en Brasil, y A ponte clandestina, que abordaba teorías cinematográficas de América latina, Avellar era, actualmente, responsable de la programación audiovisual del Instituto Moreira Salles (IMS), que lamentó su muerte en un comunicado: “Sus ensayos exhibían un vasto conocimiento de la producción mundial y de la historia del cine, y articulaban la difícil relación entre el séptimo arte y otros campos del conocimiento, como el psicoanálisis”. A su vez, a título personal, el cineasta Walter Salles expresó: “Avellar era un maestro, y no sólo del cine que tanto amaba. Su acción como crítico, pensador e incentivador del cine brasileño era siempre generosa, incluyente y extraordinariamente perceptiva. Era un hombre de una gran integridad moral y política, que nos hará mucha falta. Como amigo y admirador de Avellar, estoy muy triste. El mundo se empequeñeció”.

Nacido en 1936 en su amada Río, Avellar escribió regularmente crítica de cine durante dos décadas en el Jornal do Brasil, con un estilo y un rigor que le ganaron prestigio internacional. Notorio políglota, escribió textos para el Centro Pompidou de París, la Universidad Autónoma de México y el Festival de Locarno, entre muchas otras instituciones que requirieron su conocimiento sobre el cine de la región. Dirigió la Cinemateca del Museu de Arte Moderna do Rio de Janeiro (1969-1985), se desempeñó en el área de cultura de Embrafilme (1985-1987) y fue presidente de RioFilme (1994-2000). Desde 1980 y hasta su fallecimiento, fue delegado en Brasil del Festival de Berlín. El cine latinoamericano lo va a extrañar.