Organizado por los bailarines Pablo Inza y José Garófalo, junto al director teatral Alberto Goldberg, el Festival Internacional de Tango Danza Teatro –más conocido con el nombre de Cambalache– ya va por su quinta edición. Con la participación de 24 elencos nacionales e internacionales, esta muestra –cuyo leitmotiv es la expresión de las artes escénicas integrada al tango como figura vertebral– comenzará hoy y se extenderá hasta el próximo domingo. Repartida en dos salas (Espacio Teatral Cambalache, Alsina 2764; y El Cubo, Zelaya 3053), la programación de este año incluye obras de Buenos Aires, Río Negro y Mendoza, además de una sección internacional representada por grupos de Bélgica, Estados Unidos, Francia, Rusia y Cuba. Como siempre, habrá seminarios y talleres de formación; y como novedad, una sección dedicada a las artes visuales, la cual promete performances, muestras de objetos y proyecciones, además de una sesión de body art a cargo del fileteador Jorge Muscia el día de la apertura, sobre la piel de todo aquel que se anime.

Repartidos en cinco jornadas sucesivas, los espectáculos se ofrecerán entre el miércoles y el domingo, agrupados en bloques de una hora (ver recuadro). Los primeros que se presentarán son Luisa, por el grupo Noctilucis; Uno, de Sharma Fabiano (Estados Unidos); y Quebrada, de la Compañía El Paso (Francia). También forman parte de la programación los espectáculos Cinnamon, de Ezequiel Farfaro y Claudia Jacobsen; y Quién les quita lo bailado, por la Compañía Tango Déjà Vu?, con dirección general de C. Pa-ssaglini. Participarán también Dos extraños son, con Maximiliano Avila y Adriana Pérez; y Sintonías, obra de Milena Plebs. En esta oportunidad, el propio Inza presenta un espectáculo. Se trata de Living, “un planteo simple y austero –una pareja en el living de su casa– que parte de una exploración de teatro físico, pero que coquetea con el lenguaje del tango”, describe el bailarín y coreógrafo, en una entrevista con Página/12, junto al otro organizador del evento.

–¿Aumentó el poder de convocatoria del festival?

José Garófalo: –Este año se duplicó la cantidad de propuestas para la selección. Finalmente quedaron 25. Me parece que hay un riesgo mayor en los espectáculos, tal vez porque las propuestas son más extremas. Y si bien el tango está siempre presente, en algunas obras la fusión es muy clara, mientras que en otras el tango está menos expuesto. Lo interesante es que Cambalache funciona como una marca de identidad para algunos artistas, que vuelven a presentar trabajos suyos cada año, como Claudia Jacobsen, Ezequiel Farfaro, Karina Colmeiro, Raúl Masciocchi y Maximiliano Avila.

Alberto Goldberg: –Esto indica que el género de fusión tango-danza-teatro está en desarrollo y que las preferencias del artista-bailarín de tango se orientan paulatinamente hacia lo teatral. También estas expresiones son crecientemente programadas y favorablemente aceptadas por los organizadores y el público de las milongas.

–Y desde el aspecto formativo, ¿qué cambios introdujeron?

A. G.: –Esta vez programamos un taller y cinco seminarios con temática afín. Esto habla del creciente interés de los docentes y profesionales de la danza y del público por transmitir y aprender los lenguajes propuestos por el festival.

–¿Hay coincidencias estilísticas en las obras programadas?

A. G.: –Creo que se verá reflejada la tendencia hacia el reforzamiento de la teatralidad. Los elencos se esforzaron por contar historias, presentar personajes, instalar climas dramáticos. Las músicas elegidas se inclinan por la de autores contemporáneos. En el caso del espectáculo dirigido por Milena Plebs, éste da cuenta de la coexistencia en el tango de dos generaciones bien marcadas, lo cual se ve en los estilos de música y vestuario, en la gestualidad y el comportamiento de unos y otros.

–¿Hay algún factor expresivo que permanece desde otras ediciones?

A. G.: –Sí, continúa la tendencia de aunar lo audiovisual con lo coreográfico. En algunos casos permite completar la narración, y en otros casos suplantar la dificultad de apropiación del lenguaje teatral por parte de los bailarines.

–¿Cuál es la propuesta más cercana a lo teatral?

J. G.: –Hay una obra de Daniel Veronese, Luisa, netamente teatral.

A. G.: –También hay otra obra de teatro que es Quebrada, por una compañía de Francia. De todos modos, el tango sobrevuela en ambas y está representada por artistas de formación nítidamente actoral. Es interesante ver y comparar actuación “pura” y “actuación en danza”.