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Charlie y la fábrica de chocolate

Tim Burton.
J. Depp, F. Highmore y H. Bonham Carter.
2005, 115 min.
AVH.

Se edita en video una de las películas del año. Como era de esperar, hay una sintonía tan fina entre Tim Burton y el escritor inglés Roald Dahl (autor del relato en que se basa Charlie y la fábrica ...) como la que puede existir entre el autor de El joven manos de tijera y Johnny Depp, o entre él y Danny Elfman. Una vez más, zambullirse en la fantasía más estrafalaria le sirve a Burton para hablar de lo más concreto e inmediato: el mundo que lo rodea. Al que expone en sus peores costumbres, representadas por los niños-monstruos a los que Willy Wonka convoca, para darles una lección, a su fábrica de chocolate. Como de costumbre en el mundo Burton, el más freak de todos termina resultando el más sensible.


Vidas cruzadas

Paul Haggis.
Matt Dillon, Sandra Bullock y Don Cheadle.
2005, 113 min.
Transeuropa.

Nuevo exponente del género “película-coral-en-la-que-todos-cruzan-susdestinos-de-modo-accidental-pero-fatal”, esta opera prima del guionista Paul Haggis (autor del guión de Million Dollar Baby) confirma que la ciudad de Los Angeles es territorio favorito de ese género, como ya lo establecieron y confirmaron Ciudad de ángeles, Magnolia y 21 gramos. En este caso, con un toque a la Haz lo correcto, por el hincapié en las tensiones raciales. Haggis sabe darles cuerpo a sus personajes, sabe dirigir actores (y obligarlos a marchar a contrapierna, como lo hace con Sandra Bullock y Brendan Fraser) y sabe establecer un tono y narrar con tensión y precisión. Pero también sabe ser sádico con sus personajes, hasta límites intolerables.

Ciudad de María

Enrique Bellande.
2002, 70 min.
SBP.


Se reedita este notable documental, uno de los mejores de la últimamente muy atendible cosecha local en el rubro. Cinco años le llevó al debutante Enrique Bellande registrar el fenómeno de la Virgen de San Nicolás, cuyas presuntas apariciones ante una vecina provocaron procesiones cada vez más multitudinarias hasta la iglesia del lugar, enriqueciendo al clero local hasta terminar en la construcción de una basílica monumental. Lo que registra la cámara de Bellande no es el misterio, la fe popular, el comercio a su alrededor o el poder eclesiástico ... sino todo eso junto. Belllande presta ojos y oídos a todo lo que sucede, y lo hace con una calidad narrativa y estilística de la que pocas películas de ficción pueden vanagloriarse.

Traigan la cabeza de Alfredo García

Sam Peckinpah.
Warren Oates e Isela Vega.
1974, 115 min.
RNS.

Sale en video esta gema de la pudrición, nunca antes editada en Argentina. El genial Warren Oates hace de un pianista arruinado y varado en México City. Para hacerse unos mangos decide atender el pedido de un poderoso (el mítico “Indio” Fernández), consistente en llevarle la cabeza del título, que es la del tipo que le embarazó a la nena. Para ello, Oates se compra un machete y parte hacia el cementerio en el que García está enterrado. Tal vez nunca antes ni después el cine estadounidense haya recorrido con tanta decisión una interminable sucesión de tugurios, suciedad, pestilencia, puteríos de cuarta y caminos polvorientos, en la que terminó resultando el anticipadísimo canto del cisne de Sam Peckinpah.