A pesar de su juventud, el encuentro ya es un clásico de la Feria del Libro. La sala estaba repleta de poetas y de público en general. Más de 200 personas obligaron a los remolones, esos que llegan siempre tarde a cualquier cita, a permanecer de pie. La poesía, según afirmó la presidenta de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA), Graciela Aráoz, es el género más adecuado para hechizar a lectores y lectoras. La apertura del IV Festival Internacional de Poesía, bajo el lema “La poesía inquieta”, arrancó con un emotivo homenaje a Daniel Chirom, poeta “suave, íntimo, nunca exasperado”, que murió en diciembre del año pasado. El poeta Juan Pablo Bertazza recordó que lo conoció en los últimos años de su vida y señaló que Chirom “no era apasionado de la poesía en el sentido libresco sino vital: se la pasaba hablando de poesía”. Víctor Redondo recibió un diploma por los 30 años de trayectoria al frente de la editorial Ultimo Reino. La reconocida poeta argentina-española-cubana Aitana Alberti, hija de Rafael Alberti y María Teresa de León, se encargó de abrir oficialmente el encuentro, “un honor inesperado que se lo debo a (José Emilio) Pacheco”, el poeta mexicano que por obra y gracia de la gripe porcina se quedó varado en México.

“Mi obra poética y narrativa es breve y tardía. Crecí a la sombra de dos árboles inmensos”, reconoció Alberti, quien aseguró que volver a la Argentina es para ella “una fiesta innombrable”. Y la fiesta fue escuchar la cálida voz de esta mujer recitando los poemas emparentados con Buenos Aires como “Tango adolescente”. “La poesía está de pie, revolucionando y despertando conciencias”, subrayó Aráoz. “La lectura de poesía ayuda a formar ciudadanos libres. Con la poesía podemos captar nuevos lectores y enamorarlos de la lectura.” La presidenta de la SEA, una de las instituciones que ha impulsado este festival, ponderó el esfuerzo de las pequeñas editoriales que publican poesía. “No es fácil publicar poesía, pero tampoco es fácil ser editor de libros de poesía.” En la apertura del festival, que termina hoy con una charla con la poeta argentina residente en Francia, Luisa Futoransky, se anunció que el Ministerio de Cultura del gobierno de la ciudad publicará una antología del festival de poesía para ayudar a difundirlo. “Poder darle continuidad a este festival en el centro de la Feria del Libro tiene que ver con nuestras convicciones”, dijo el ministro Hernán Lombardi. Más allá de los discursos, por momentos un tanto almibarados, que la poesía está inquieta lo demostraron poetas como Diana Bellessi –que hizo un breve repaso por su poesía reunida, Tener lo que se tiene– y el español Benjamín Prado, entre otros.