Sábado, 5 de septiembre de 2009 | Hoy
TRISTáN BAUER, PRESENTE Y FUTURO DE LA TV PúBLICA
Funcionario, programador televisivo y radial, y hasta “ingeniero”: Bauer dice estar orgulloso pero también consciente de “una enorme responsabilidad” y no oculta su entusiasmo por el resultado de las primeras pruebas de TV digital.
Por Emanuel Respighi
Dice que todos los días llega a primera hora al canal y que recién retorna a su casa pasadas las 23. “Sin neuronas ni resto físico”, confiesa. Que siente que como presidente del directorio del Sistema Nacional de Medios Públicos (SNMP) está encabezando un momento histórico, que lo llena “de orgullo, pero también de una enorme responsabilidad”. De cineasta pasó a ser –todo por el mismo precio– funcionario, programador televisivo y radial, y hasta “ingeniero”. Sus descripciones, sin embargo, no parecen exageradas: desde que asumió al frente del SNMP, hace poco más de un año, Tristán Bauer no sólo tuvo que pensar en mejorar la programación de Canal 7, sino que además le tocó encarar el diseño del sistema satelital de televisión pública y la planificación del proceso de digitalización de la TV, bajo la norma brasileño-japonesa ISDB-T. Por si fuera poco, de yapa y sin previo aviso, de un día para otro se tuvo que hacer cargo de un pequeño gran regalo: la televisación de los partidos de fútbol de Primera División. Todo en menos de un año. “Creo que estamos dando pasos gigantes con el objetivo de revalorizar la televisión pública, con calidad y transparencia”, señala.
Sin perder la calma que lo caracteriza, Bauer recibe a Página/12 en un alto entre las docenas de reuniones que diariamente posee en su agenda. El motivo del reportaje era contar sobre cómo será el camino hacia la digitalización de la televisión que Argentina comenzó a encarar desde la emisora estatal, a partir de la reciente adopción de la norma brasileño-japonesa. Un paso crucial de cara al futuro y en el que Canal 7 cumplirá un rol destacado como emisora pionera en el diseño e implementación de la norma digital en el país. Claro que, acorde con la manera en que se fue desarrollando su gestión, en la entrevista Bauer sentará su posición sobre temas de actualidad, como el fútbol televisado y el proyecto de la nueva Ley de Radiodifusión, entre otros.
“La digitalización marca una revolución televisiva”, subraya el cineasta, junto a la señal de prueba del 7 de TV digital que ya está funcionando en el centro de emisión del canal en un plasma, que transmite una imagen con una robustez y calidad que impiden a los observadores ocasionales dejar de ver la pantalla de 32 pulgadas. “Además de la mejora en la calidad, la TV digital permite que en el mismo ancho de banda que hoy ocupa un canal analógico se transmitan dos señales digitales en alta definición o entre 4 y 8 señales de definición estándar”, cuenta, antes de dar paso a la otra ventaja de la norma japonesa: la televisión en los receptores móviles. “Las pruebas que hemos hecho de la norma digital son sensacionales. Tanto los celulares como aparatos de TV móvil reciben la señal digital por aire a través de un sintonizador, sin tener que usar pulsos telefónicos”, agrega. Basta que el presidente del SNMP abra su celular de origen oriental y aparezca nítidamente la programación del canal estatal en la pantalla para comprobar que el futuro ya llegó.
–La adopción de la norma digital conlleva no sólo una decisión tecnológica, sino también política y económica. ¿Qué aspecto influyó más para que Argentina optara finalmente por la japonesa, optimizada por los brasileños?
–Durante muchos años el Gobierno realizó una evaluación integral de las normas digitales actuales. Canal 7 hizo pruebas intensas de la norma japonesa, tanto aquí como en el exterior. Las evaluaciones que se hicieron fueron realizadas desde diferentes perspectivas, y considerando todas las cuestiones que son rozadas por la adopción de la norma digital para una nación. Japón ha realizado una donación extraordinaria de equipamiento para la TV pública, a la vez que Brasil no cobra por ningún royalty. La digitalización televisiva va a poner de nuevo al 7 en un lugar de vanguardia tecnológica, que nunca debería haber abandonado.
–¿En qué consiste concretamente el acuerdo con Japón?
–Japón dona el equipamiento necesario para la cadena de producción ubicada en el edificio de Figueroa Alcorta, y para toda la cadena de transmisión que se va a montar en la terraza del Ministerio de Obras Públicas para todo el país. Es muy beneficioso para los argentinos.
–¿Cuál es la planificación estimada para el proceso de reequipamiento y puesta al aire de la TV digital?
–La firma del convenio es muy reciente y se está protocolizando. Inmediatamente después nos pondremos a trabajar con los técnicos japoneses, pero es voluntad de ambas partes implementar la cadena de transmisión y la de producción lo más rápido posible. El apagón analógico está previsto para dentro de 10 años. De todas maneras, el formato analógico y el digital convivirán por un tiempo hasta que la población en su totalidad esté en condiciones de recibir la TV digital. Generalmente, los tiempos de transición suelen ser más breves que los marcados por los gobiernos: la gente tiene una tendencia a incorporar más rápidamente la tecnología.
–Cuando Argentina decidió ir detrás de Brasil en la adopción de la norma se oyeron críticas respecto de que se había reaccionado tarde, ya que el acuerdo brasileño-japonés contempla un plan para el desarrollo en tierras brasileñas de tecnología. ¿En qué lugar queda la industria nacional de cara al proceso de digitalización que emprenderá la región en los próximos años?
–Hemos puesto como condición trabajar juntos en el desarrollo tecnológico. De hecho, ya hay universidades que están montando sus laboratorios para desarrollar prototipos. Y tengo la indicación directa de la presidenta de la República para que todo lo que se pueda producir en el país se haga. Vamos a trabajar en alianza con la economía e industria brasileña. No sé si Argentina decidió tarde la norma digital de TV. Esa es una pregunta difícil de contestar. ¿Es tarde que el proyecto de la nueva Ley de Radiodifusión se presente ahora, veinticinco años después de recuperar la democracia? Yo creo que es tarde, seguro, pero que una nueva ley es necesaria para actualizar la regulación a la realidad, y para garantizar la pluralidad informativa y de contenidos, bastiones necesarios para profundizar la democracia. Lo mismo digo de la norma digital: puede que sea tarde, pero ahora debemos pensar en optimizar el sistema para que satisfaga las necesidades de los argentinos. La evaluación y la negociación de la norma llevaron mucho tiempo, pero es necesario que el país enfrente este proceso de la mejor manera posible.
–¿Que haya comenzado el proceso de digitalización del canal significa que el público percibirá cambios en la pantalla del 7 a corto plazo?
–No en lo inmediato, pero trataremos de llevarlo adelante con la mayor celeridad posible. Hay que señalar que la adopción de la norma no modifica nada: todos los televisores de los hogares van a poder seguir siendo utilizados. El único reequipamiento que se requiere en el hogar es un decodificador, que los hay de los más simples hasta los de alta complejidad que permiten grabar programas, en una escala que en el mercado argentino se podrán conseguir desde menos de los cien dólares a los quinientos. Los decos vienen con una antena UHF, que es más simple que las VHF que hoy conocemos.
–¿Los decodificadores más económicos van a poder permitir la interactividad, o eso está pensado para las cajas más caras?
–Básicamente es una transmisión de una sola vía, aunque hay distintas opciones, desde recibir imagen o datos. Pero para el camino de vuelta se utiliza la que utiliza Internet. No es que el retorno del deco utiliza la misma vía de transmisión: va por un camino diferente.
–Si bien la TV pública va a ser pionera en la digitalización de la red audiovisual, ¿qué rol tienen asignados el resto de los canales privados?
–Hemos trabajado mucho con el Comfer, la CNC y la Secretaría de Comunicación con los técnicos japoneses. A partir de la elección de la norma, se creará una comisión para desarrollar e implementar el sistema, en el que el sector privado estará invitado a participar.
–La digitalización plantea un segundo paso, que es el de elegir el modelo de negocio que se quiera implementar. Desde su óptica, ¿cuál cree usted que sería el más beneficioso para el país?
–Mi criterio siempre es el de mantener la gratuidad de las señales que se sumen. Este sistema abre la posibilidad de plantear distintos modelos, desde mixturar señales libres y gratuitas con otras de pay per view; lo mismo para la recepción a celulares. Nosotros como TV pública tenemos la obligación de llegar con este sistema a todos los lugares del país: estamos avanzando a un modelo de TV pública libre, gratuita y de calidad. En cuanto a si transmitir dos señales por cada canal de HD, o varias de SD, ésa es una decisión que habrá que plantear más adelante. Lo bueno es el sistema da flexibilidad para pasar de una modalidad a otra. Incluso, uno puede programar franjas horarias en HD y el resto de la programación en calidad estándar. Por ejemplo, para el prime time se puede pensar en dos señales en HD y durante el resto del día en varias en calidad estándar. De cualquier manera, ésas son todas cuestiones que tendremos que evaluar y desarrollar.
–La televisación del fútbol es un regalo que todo programador quisiera tener, pero ¿no significó también un dolor de cabeza, teniendo en cuenta que tenían una grilla planificada hasta fin de año que debieron reformular? Hay muchos ciclos que perdieron el horario y día de emisión originales y que aún no tienen una programación fija.
–El fútbol fue un lindo regalo que recibió mi gestión, pero se trata de un contenido más dentro de un proyecto integral. Estoy muy feliz de que la del 7 sea la pantalla que transmita nuestro deporte más querido a todos los argentinos de manera gratuita. Pero es también un desafío enorme, no sólo en cuanto a lo técnico sino también en la reorganización de la programación. Es una decisión que se tomó y que hubo que resolver en muy poco tiempo, por lo que estamos aún reordenando la grilla. Estamos en una etapa de transición entre la pantalla sin el fútbol y la mejor manera de incorporar los partidos a la grilla. Lo que es claro es que el fútbol nos hace avanzar fuertemente en la implementación del sistema satelital de televisión pública y de la digitalización.
–Desde que asumió se puso a trabajar en la planificación de una señal infantil pública, otra en asociación con el Incaa y hasta una informativa. A partir de contar con los derechos de transmisión del fútbol, más los mundiales de otros deportes, la Fórmula 1 y la Champions League, ¿es descabellado pensar en la construcción de una señal deportiva pública?
–Ya estamos pensando en la creación de una señal deportiva. Tenemos que terminar de ver cómo se tamiza la televisación del fútbol, pero la cantidad de contenidos deportivos que tiene el canal nos obliga a la creación de un canal deportivo que contenga a los deportistas argentinos como estandartes. El deporte no sólo es un entretenimiento. Es un hecho cultural que difunde valores muy nobles a los que todos los argentinos deberían poder acceder.
–¿Por qué la imagen de las transmisiones de los partidos de fútbol se percibe muy opaca en el 7?
–Yo fui personalmente a la antena de transmisión para solucionar el problema. Hoy ya hemos mejorado la calidad de la pantalla respecto de la primera fecha. El problema es que cuando nosotros asumimos, el vínculo entre el canal y la antena de transmisión se daba por medio de un sistema de microondas antiquísimo, adquirido para la transmisión del Mundial de Fútbol de 1978. Tuvo que volver el fútbol para que el vínculo ahora sea en fibra óptica. A medida que se termine de realizar el reequipamiento, la imagen del canal va a ir mejorando.
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