La Fundación Tomás Eloy Martínez, la organización que el escritor y periodista concibió antes de morir para fomentar la ficción y el periodismo narrativo entre los jóvenes latinoamericanos, tendrá realidad póstuma en el mismo edificio literario en el que Jorge Luis Borges trabajó como catalogador durante una década: la Biblioteca Miguel Cané, de la ciudad de Buenos Aires. Precisamente, será en el primer piso de la locación, que conserva intacta la habitación en la que Borges desempolvó, organizó y fichó libros entre 1937 y 1946, e incluso exhibe su máquina de escribir, fotografías y algunas primeras ediciones de sus libros. Ahora, el edificio de Carlos Calvo 4319, en el corazón del barrio de Boedo, contendrá, además de aquel material histórico, parte de la biblioteca personal de Martínez, sus manuscritos y ediciones de sus obras. La noticia sobre la realización posmortem del deseo del autor de La novela de Perón y Santa Evita (la novela argentina más traducida de la historia) fue informada por el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi. “Tomás es uno de los pensadores que hoy extrañamos, sus palabras eran de los faros que siempre buscamos, y hoy es una realidad aquel sueño de que la ciudad albergue a la Fundación, para que el gran amigo de García Márquez, Vargas Llosa y Carlos Fuentes esté presente junto al fantasma de Borges”, explicó, aunque sin precisar cuándo entrará en funcionamiento. Según lo programado, la Fundación conservará tanto la biblioteca personal de Tomás Eloy Martínez como los archivos y manuscritos del autor fallecido el 31 de enero, a los 75 años. Otra de las ideas previstas es la entrega anual de un premio a jóvenes escritores latinoamericanos, en las categorías de ficción y periodismo narrativo, según precisó uno de sus hijos en el marco de un sentido homenaje realizado en memoria de su padre en la 36ª edición de la Feria del Libro de Buenos Aires en curso.