El caso de Leslie Nielsen –fallecido en Fort Lauderdale, estado de la Florida, el domingo pasado a los 84 años, como consecuencia de una neumonía– no deja de ser sorprendente. Debutó en 1955 y en los siguientes 25 años apareció en unas 30 películas, participando en más de 200 trabajos para televisión, sin mayor lucimiento. Pero a los 54 años, cuando nadie lo esperaba (quizá ni siquiera él mismo), se descubrió en ¿Y dónde está el piloto? (1980) que Nielsen podía llegar a ser un comediante fuera de serie. De hecho, uno de los más populares que diera Hollywood en el último cuarto de siglo. Podría decirse que Nielsen –impulsado por el equipo de guionistas-directores Jerry Zucker, Jim Abrahams y David Zucker (ZAZ!)– inventó un nuevo tipo de comicidad autoconsciente, que parodiaba el estilo de actuación estólido y aparatoso que lo caracterizaban a él y a tantos otros actores “serios” de series de TV (William Shatner, Peter Graves, Steve Forrest, etcétera). La gracia de Nielsen radicaba, un poco como la de Adam West en la serie Batman, en recitar diálogos deliberadamente ridículos o representar situaciones desopilantes con la seriedad con la que interpretaría a Shakespeare. Las películas en las que interpreta al incompetente teniente de policía Frank Drebin (una suerte de Inspector Clouseau a la manera de Hollywood) fueron su consagración: La pistola desnuda (1988), La pistola desnuda 2 y 1/2: El olor del miedo (1991) y La pistola desnuda 33 y 1/3: El insulto final (1994) se siguen fatigando aún hoy en la televisión abierta y por cable, signo de un éxito que fue capaz de atravesar la prueba del tiempo.

Nielsen nació en Saskatchewan, Canadá, en 1926, hijo de un Royal Mountie. Antes de actuar sirvió en las Reales Fuerzas Aéreas Canadienses y se desempeñó como disc-jockey y locutor de radio. Entre sus primeras películas, la única que vale la pena mencionar es El planeta desconocido (1956, Fred McLeod Wilcox), un clásico de la ciencia ficción libremente adaptado de La tempestad, la obra final de Shakespeare. Entre otros papeles, interpretó a Howard Hughes en la biografía de Jean Harlow, La venus platinada (1965, Gordon Douglas); al capitán que muere en los primeros minutos de La aventura del Poseidón (1972, Ronald Neame), y al villano que es despedazado por un oso en Un día de furia animal (1977, William Girdler). En la década del ’80 apareció en dos logrados films de terror: Noche de graduación (1980, Paul Lynch) y Creepshow: El festín del terror (1982, George A. Romero), así como también en el thriller de Martin Ritt, Me quieren volver loca (1987).