OPINION
Dios y el mundo
Por alicia entel *
Uno era O Rei, pero el otro simplemente Dios. Pelé y Maradona. Mara-dona y el mundo. Dios y los mortales. Todo el programa se puede leer en clave religiosa. Luces, voces, entu-siasmos. Amor, mucho amor. Y una de las mayores apelaciones a la dimensión emotiva. Lloraba el papá, lloraba la mamá, hasta el sobrinito. También hubo juego y competencia, pero sólo para demostrar habilidades y para destacar, una vez más, las capacidades de Dios Maradona. Los interlocutores eran tratados de amigos, la familia permanen-temente presente, Diego como quien es esperanza por su capa-cidad de recuperación, pero todo en una puesta que no se sabía si era de recital o de Iglesia electrónica donde los pecadores se convierten y hasta pueden mirar como pibes inocentes los plásticos pechos de la Cuccino-ta. Un encanto. Lástima que ganó Harry Potter. Pero a futuro, Dios dirá.
* Profesora en Ciencias de la Comunicación.