La red social, la película de David Fincher sobre Facebook, resultó la gran ganadora de los Golden Globe celebrados el domingo por la noche, al llevarse los premios al Director (David Fincher), Guión (Aaron Sorkin), Música Original (Trent Reznor) y el más codiciado, el de Mejor Película, rubro en el que se impuso a Cisne Negro, el drama de boxeo The Fighter, la cinta de ciencia ficción El origen y el drama histórico The King’s Speech. Así, la película confirmó su carácter de gran favorita en la previa, al ganar cuatro de sus seis nominaciones. Aunque algunos señalaron que La red social realiza un crítico retrato de Mark Zuckerberg, el joven multimillonario que creó Facebook, el productor Scott Rudin señaló en su discurso de aceptación que agradecía a Zuckerberg “por permitirnos usar su vida y obra como una metáfora para contar una historia sobre comunicación y sobre cómo nos relacionamos”. El guionista Sorkin también le prodigó elogios: “Resultaste ser un gran emprendedor, un visionario y un altruista increíble”, aseguró.

En otros rubros, Kids Are All Right, una comedia sobre una pareja lesbiana que se reúne con el padre que engendró a sus hijos, ganó en la categoría de mejor comedia o musical. En tanto, la actriz estadounidense Natalie Portman y su colega británico Colin Firth ganaron como mejores actores dramáticos. Portman confirmó todos los pronósticos al recibir el premio por la película de ballet Cisne Negro, dirigida por Darren Aronofsky. La intérprete se impuso a Halle Berry (Frankie and Alice), Nicole Kidman (Rabbit Hole), Jennifer Lawrence (Winter’s Bone) y Michelle Williams (Blue Valentine). Firth venció por su interpretación del rey británico Jorge VI en el drama histórico The King’s Speech del director Tom Hooper, derrotando a Jesse Eisenberg (La red social), James Franco (127 horas), Ryan Gosling (Blue Valentine) y Mark Wahlberg (The Fighter). En el rubro de mejor película extranjera se impuso la danesa In a better world, dirigida por Susanne Bier, que venció a la coproducción hispano-mexicana Biutiful, la francesa The Concert, la rusa The Edge y la italiana Io Sono L’Amore. En el terreno televisivo, en tanto, Glee se impuso en el rubro de comedia, mientras la serie sobre la época de la prohibición Boardwalk Empire venció como mejor drama.

Por su parte, el actor y director Robert De Niro recibió el premio honorífico Cecil B. DeMille por su obra, galardón que en el pasado recibieron Warren Beatty, Robin Williams, Michael Douglas, Harrison Ford, Barbra Streisand, Sean Co-nnery, Anthony Hopkins y Martin Scorsese. En medio de los aplausos, De Niro bromeó con que los organizadores probablemente no vieron Los pequeños Fockers, su última película, antes de darle el galardón. El actor explicó que para él sus films son como sus propios hijos, “aunque mis hijos son más caros y no vienen en formato 3D”, y agregó que, al igual que con los hijos, a las películas hay que dejarlas ir “y esperar que les vaya bien”. El doble ganador del Oscar (por El Padrino II y Toro salvaje) participó en más de 70 films, fue nominado nueve veces a los Globo, y lo ganó en 1981 por su semblanza del boxeador Jake La Motta.

Plagada de estrellas, la gala de los Golden Globe cumplió con algunos pronósticos, pero no pudo destacarse especialmente por ser una ceremonia divertida y novedosa. Sí tuvo notas de humor y chistes subidos de tono, aunque no será recordada por ser muy distinta de cualquiera de las anteriores. Y eso que el comediante británico Ricky Gervais echó mano del último escándalo de Charlie Sheen en un hotel de Nueva York para empezar a animar al público. Al final la alegría y el buen ambiente reinaron sobre todo en tres o cuatro mesas del salón principal del hotel Beverly Hilton de Los Angeles, las que se llevaron los premios más importantes. En la de Glee hubo lágrimas, risas y aplausos para celebrar su victoria indiscutible en el mundillo televisivo, una serie con gente joven que se hizo notar frente a las autoridades de la Meca del cine. En ese exclusivo capítulo celebraron los componentes del rodaje de The Kids Are Alright, con Annette Bening a la cabeza, y los de The Fighter, que con sus dos estatuillas se colocaron en el segundo puesto de la noche. Tanto Christian Bale como Melissa Leo celebraron los premios en la categoría de actores de reparto. Por cierto que a Leo se le echó encima el tiempo dando las gracias, pero realizó una mención importante para el protagonista Mark Wahlberg, su hijo en la cinta, a quien catalogó de “príncipe”.

Antes, en la alfombra roja hubo espectáculo para todos los gustos. Sus protagonistas disfrutaron de unos inusuales 25 grados de temperatura en pleno mes de enero. Algunas, como Halle Berry, confesaron que el fulgor que despedían era más sudor por el calor reinante que por los efectos del maquillaje. Pero nadie se quejó de la espectacular atmósfera, ni de la nómina de grandes estrellas y sus originales modelos. Sobre todo entre las mujeres, que como siempre lucieron elegantes modelos. A pesar de que no se llevó la estatuilla dorada por mejor secundario de una película dramática, el actor Michael Douglas, de 66 años, fue el gran ganador en la red carpet. El protagonista de Wall Street, que desfiló al lado de su esposa Catherine Zeta-Jones, lució saludable, aunque más delgado de lo normal y con un timbre de voz diferente; tras asegurar a la prensa que derrotó al cáncer de garganta que lo aquejaba, presentó el premio principal de la ceremonia, momento en que recibió una sentida ovación de todo el público en la sala.