La vida de Pity Alvarez parece una comedia trágica. La Cámara del Crimen porteña lo dejó ayer en libertad, pero ordenó que siga en tratamiento para recuperarse de su adicción a las drogas. Y además, el feriado le jugó una mala pasada: el líder de Viejas Locas seguirá detenido porque recién el lunes sus abogados podrán depositar el pago de una fianza de mil pesos fijada por el tribunal. La Sala V de la Cámara excarceló a Alvarez por considerar que no se fugará ni entorpecerá la causa en la que está procesado por “portación ilegal de arma de guerra”, después de haber exhibido una pistola a la madre de una fan que le pidió sacarse una foto con un celular. La decisión fue tomada por las juezas María Laura Garrigós de Rébori y Mirta López González. De todas formas, el músico sigue internado en el Hospital Güemes por un problema pulmonar. Desde noviembre pasado se encuentra en una comunidad terapéutica de Banfield para recuperarse de su adicción a las drogas, motivo por el cual fue declarado inimputable en otras tres causas. Una de esas causas, por la que fue detenido en septiembre del año pasado, fue por haberle disparado un balazo a su manager, Alejandro Novada, en un hotel del barrio porteño de Palermo. Las otras dos causas rozan el absurdo: una es por la sustracción de una cámara de televisión a un periodista del canal América TV y la otra es por haberle robado el celular a una fan. Nada parece normal en la cotidianidad del Pity. En el expediente, las camaristas consideraron que el cantante no se fugará porque “fue veraz al aportar su nombre, posee domicilio debidamente constado, carece de antecedentes, rebeldías y ordenes de captura, lo que permite presumir que el procesado no intentará eludir la acción de la Justicia”.