Siguiendo con esa gira sudamericana que no da señales de extenderse a la Argentina, Paul McCartney tocó anteanoche en Santiago de Chile frente a más de 50 mil personas, en su primer concierto allí en 18 años. Como a menudo hizo en el anterior tramo de su Up and Coming Tour (ese que sí lo trajo al Monumental), McCartney abrió con un tema diferente, el “Hello, goodbye” de The Beatles, pero saludó con la misma cordialidad británica de siempre: “Hola Chile, hola chiquillos, ¿cómo están?”, se presentó ante un público enfervorizado al que paseó por piezas tan diversas como la “All my loving” de la Beatlemanía, la “Jet” de The Wings o la “Sing the Changes” de su proyecto The Fireman. Con los homenajes que viene rindiéndoles a Lennon (con “Here Today”, el diálogo que le ofreció post mortem) y George Harrison (con “Something”, icónico tema del menor de Los Beatles durante su estancia en esa banda), el bajista de 68 años redondeó un nuevo concierto. Y siguió dando ganas de tenerlo nuevamente aquí.