Casi treinta años después de crear a Tony Montana, Al Pacino celebra que Scarface mantenga intacto su status como hito de la cultura popular, un clásico del cine de gangsters que volverá a las salas de Estados Unidos el 31 de agosto a la vez que saldrá a la venta por primera vez en Blu Ray. Y también hay planes para reestrenarla en la Argentina. “No se puede fabricar una película así; que Scarface se haya convertido en lo que es hoy es cosa de los designios de esta industria”, dijo Al Pacino la pasada noche en la alfombra roja del Teatro Belasco, de Los Angeles (California), donde tuvo lugar la presentación de la edición en Blu Ray del film. “Tony Montana (el protagonista de la película) es como Icaro. Lucha y se esfuerza por alcanzar el sol, se atreve a ello, y eso es algo que vive en el interior de todos nosotros. Nos representa de alguna manera”, contestó el mítico intérprete a una pregunta sobre las cualidades del personaje que más le atrajeron. Scarface, una versión del film homónimo de 1932 dirigido por Howard Hawks, narra el ascenso y caída de un cubano que abandona la isla en el famoso éxodo de Mariel en 1980 y funda un imperio de la cocaína en Miami. Consiguió tres candidaturas a los Globos de Oro y también una nominación a los Razzie (los anti Oscar), para De Palma como director. Además, el Instituto del Cine Americano (AFI) nombró en 2008 la película como una de las diez más influyentes de la historia dentro del género de gangsters. Fueron nueve meses de rodaje en los que siempre existió el temor a que De Palma y Stone se pelearan por sus diferencias creativas. “Era una combinación explosiva –admitió Pacino–. La puesta en escena operística de De Palma no casaba bien con las preocupaciones sociopolíticas de Stone, pero no llegaron a chocar. Lo malo es que la crítica nos machacó. Pero luego la película creció en las calles. Eso fue una sorpresa”, agregó el actor.