La actriz y vedette Ethel Rojo, uno de los íconos de la revista porteña de los años ’60, que llegó a actuar en el mítico Lido de París, falleció ayer en una clínica donde estaba internada desde hace un mes por mieloma múltiple. Rojo, de 74 años, pasó sus últimas horas en la sala de la fundación Favaloro donde estaba internada, en estado de coma inducido. Sus restos serán velados en la madrugada de hoy en una casa de sepelios de Palermo, desde donde serán llevados al cementerio de Chacarita. Gerardo González, esposo de la actriz, confirmó que sus restos serán inhumados hoy a las 11, “como ella lo había pedido, en el Panteón de Actores” de Chacarita.

Ethel Inés Rojo Castro nació el 23 de diciembre de 1937 en Santiago del Estero y desde niña estudió danza. Junto a su hermana Gogó recorrió los escenario de las principales salas de Argentina y del mundo. Actuó en más de treinta películas y en shows de televisión, donde hizo gala de su buen humor y donde mostró la picardía con que acompañó a los principales cómicos del país.

De joven estudió magisterio y en 1954 viajó a Buenos Aires, donde debutó como bailarina en el teatro Maipo. Mientras desplegaba su labor teatral debutó en cine en 1955, en Pobre, pero honrado, de Carlos Rinaldi. Más tarde actuó en la película El satélite chiflado, de Julio Saraceni y Amor se dice cantando, de Miguel Morayta.

En 1959 viajó a España y se presentó en el teatro Cómico de Barcelona, como vedette en Ritmos de Broadway, revista que fue encabezada por Margarita Padín, Guido Gorgatti y May Avril. Esa gira se prolongó durante más de un año con actuaciones en ciudades de España, que la llevaron a radicarse en Europa. En 1960, la actriz representó Doña Mariquita de mi corazón, de José Muñoz Román, que estuvo un año en cartel en Madrid. Más tarde actuó en Italia, junto a Walter Chiari, y encabezó un espectáculo en el teatro Lido de París. Luego se trasladó a Hollywood donde, por intermedio del actor Alejandro Rey, intervino en dos capítulos de la serie televisiva Boris Karloff Show. Rojo También actuó en los films españoles Festival, Mi adorable esclava y Esa pícara pelirroja.

En 1973 se instaló definitivamente en Buenos Aires para realizar El Maipo superstar, donde compartió escenario con su hermana y donde se destacó como una de las vedettes más celebradas de la revista local. También protagonizó El Maipo de gala y La revista nunca vista, entre otras.