La trilogía negra de crítica social Millennium, que su autor Stieg Larsson nunca vio publicada porque murió de un infarto un año antes, vendió 78 millones de ejemplares en todo el mundo desde su aparición en 2005. La saga de la vengadora Lisbeth Salander le reportó al padre y al hermano de Larsson ingresos brutos por 64,43 millones de dólares. La familia del escritor destinó dos millones y medio de dólares de las ganancias de este año a Expo, revista fundada por Larsson, y 30.000 dólares a la agrupación de escritores PEN Club Internacional y Reporteros sin Fronteras de Suecia. Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire se venden con gran éxito desde hace nueve años y cuentan con correlatos en Hollywood. La batalla legal que acompañó a este longseller dejó fuera de las ganancias a Eva Gabrielsson, pareja de Larsson durante 32 años, excluida por la ley sueca de cualquier derecho sobre su herencia por no estar casada con él.