Miércoles, 19 de marzo de 2014 | Hoy
EN MIRAMAR Y MAR DEL SUD SE DESARROLLó EL CICLO ESCENARIOS DE VERANO
Por Cecilia Hopkins
Desde Mar del Sud
Escenarios de verano, el nuevo ciclo creado por el Instituto Nacional del Teatro, acaba de finalizar en Miramar y Mar del Sud. Fueron 15 espectáculos que, desde el miércoles pasado, se presentaron en el escenario móvil ubicado en la plaza central de Miramar y en la nueva sala de la Fundación Teatro del Sur, en Mar del Sud. Para los elencos seleccionados, las funciones tuvieron un relieve especial porque estaban siendo evaluadas por un jurado del INT con el objeto de sumar espectáculos al Catálogo, nómina de producciones notables de todo el país que promueve funciones y giras durante todo el año. Esta selección que antes se hacía por video, al volverse abierta y participativa, brindó al público la oportunidad de asistir con entrada libre y gratuita a espectáculos de calidad y diversidad estética: clown, circo, teatro físico, teatro de texto, de títeres, musical; de todo un poco hubo en estos días en ambas sedes y también en Otamendi, Mechongué y La Eufemia, otras localidades del Partido de General Alvarado, cogestor del encuentro junto al INT.
La grilla contó con una valiosa programación; entre otros espectáculos, se presentaron El loco y la camisa, de Nelson Valente y la Compañía Banfield Teatro Ensamble; Villa Argüello, de Celia Argüello Rena; Don Quijote de las pampas, del grupo Los Macocos; Cachafaz, de Copi, con dirección de Tatiana Santana; Ingue, de Darío Levín y Yanina Frankel, y Moreira delivery, de Pablo Felitti y dirección de Hernán Peña.
“Escenarios de verano tiene el objetivo de instalar al teatro independiente en la temporada veraniega –explicó Guillermo Parodi, director ejecutivo del INT en el acto de apertura– y, como alternativa al teatro comercial, ofrecer lenguajes escénicos diferentes que dialoguen con todos los públicos.” La decisión de realizar en este enclave costero una edición del ciclo –inaugurado recientemente en Salta y en Córdoba, a realizarse en breve en Capital Federal– derivó de la casi finalización de obras de la megasala de la Fundación Teatro del Sur, que preside el director Alberto Félix Alberto, construcción que fue en parte subsidiada por el INT. Se trata de un galpón de 17 metros de frente y 48 de profundidad que admite múltiples posibilidades de armado del espacio escénico. “Todavía faltan muchos detalles de terminación –advirtió el director en conversación con Página/12– y también elementos esenciales para su funcionamiento, como un tapete de danza, que espero nos done alguna institución”, arriesga.
Creador de espectáculos que marcaron rumbos estéticos en los ’80 y ’90 (Tango Varsoviano y En los zaguanes ángeles muertos, entre otros), Félix Alberto decidió vender la sala de la calle Venezuela que mantuvo por años y radicarse en Mar del Sud. “Tengo la idea de crear un polo de atracción cultural que concentre la actividad artística de la zona”, afirma el director.
–¿Cómo será el funcionamiento de la sala?
–Quiero que se convierta en un centro de aprendizaje, trabajar con las escuelas locales y realizar actividades con la comunidad. También quiero que la sala sea un centro de producción. Los artistas vendrán a crear sus puestas en este espacio y en verano volverán para mostrarlas, junto a otras obras invitadas. Porque tengo pensado hacer un festival permanente durante la temporada veraniega que dé cuenta del panorama del teatro independiente del país.
–¿Por qué decidió irse de Buenos Aires?
–Me cansó el clima cultural de la ciudad. Me empezó a resultar confuso, con una sobreabundancia de espectáculos que ya no me parecían de calidad. Además, como sentí que mi presencia ya no era significativa, pensé que Buenos Aires no me necesita y quise ser útil en otra parte. Por otro lado, voy a ir preparando un equipo de gente para que sostenga esta sala, que en el futuro quedará para la comunidad.
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