Lo que no te mata te hace más fuerte, la cuarta entrega de la saga Millennium, creada por el fallecido Stieg Larsson, y escrita por el periodista sueco y escritor de best-sellers David Lagercrantz, llegará a las librerías de 35 países el 27 de agosto. Se trata de un nuevo volumen de unas 500 páginas que, según la editorial sueca Norstedts, será “un acontecimiento mundial único” y que en español recaerá en la editora Destino. Stieg Larsson falleció en 2004, a los 50 años, a causa de un infarto y nunca llegó a ver sus libros publicados: la trilogía sobre el periodista Mikael Blomkvist y la hacker Lisbeth Salander. El tríptico compuesto por Los hombres que no amaban a las mujeres; La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire vendió en todo el mundo 78 millones de ejemplares. Larsson, uno de los escritores que más han influido en los últimos años con su trilogía Millennium, consiguió poner de moda la novela negra escandinava y los tres tomos fueron llevados al cine primero en Suecia y ahora en Hollywood. El fallecimiento del escritor impidió que el volumen de su obra fuera más allá de lo que estaba ya escrito, pero los fans de Millennium soñaban con leer una nueva entrega de las historias de sus personajes. El elegido para la tarea fue el sueco David Lagercrantz, un escritor que ha publicado varias obras de ficción y de no ficción. Entre otros libros, Lagercrantz es autor de I am Zlatan Ibrahimovic, la biografía del futbolista y uno de los libros de más éxito en el panorama editorial sueco de los últimos años. A su vez, el escritor elegido para continuar con la exitosa saga vive en el mismo barrio en el que se mueven Salander y Blomkvist. Asimismo, la fecha de lanzamiento en Suecia será bastante simbólica, ya que coincidirá con el décimo aniversario de la publicación de Los hombres que no amaban a las mujeres, la primera entrega de la saga y la que desató el fenómeno de ventas. Se trata, en definitiva, de un gran negocio que todos celebran, y que el mismísimo Larsson estará mirando desde quién sabe dónde, sabiendo que es el único que pudo aprovecharlo.