El regreso de Game of Thrones, el domingo pasado en HBO, no solo desató comentarios sobre la impactante escena final protagonizada por la sacerdotisa roja Lady Melisandre (por algo el primer episodio de la sexta temporada llevó el título de “The Red Woman”), el encuentro de Lady Brienne y Sansa Stark, el destino de Jon Snow y el estado de las cosas en Desembarco del Rey y Dorne. Una vez más, la serie basada en los libros de George R. R. Martin fue la favorita de los piratas, que subieron el material a la red y se encontraron con un público ávido que atosigó el tráfico de internet. Según los datos ofrecidos por el sitio TorrentFreak, en las primeras seis horas del lunes, poco después de la emisión del episodio, hubo un millón de descargas de los sitios torrent. Esta vez no hubo filtraciones del episodio antes de su emisión, algo que sí sucedió en 2015 y que llevó a que los productores no enviaran este año copias de avance a la prensa. Entre los datos que se revelaron ayer, además, se reveló que algunos fans de la serie pueden no tener acceso al cable premium, pero de todos modos buscan calidad: de ese millón de descargas ilegales iniciales, casi el 50 por ciento perteneció a archivos en HD. El país desde el que se produjeron más descargas, en tanto, fue Australia con un 12,5 por ciento. El sitio señala que la cantidad de descargas fue algo inferior a la del debut de la temporada 5, pero que en ello tuvo que ver el hecho de que HBO abrió su señal al paquete básico de cable para el primer episodio.

Mientras tanto, en Estados Unidos se dieron a conocer los primeros números de rating de la serie creada por David Benioff y D. B. Weiss. Contra los pronósticos que señalaban una fuerte expectativa generada en diez meses de ausencia, “The Red Woman” fue vista por 7,9 millones de personas, contra los 8 millones de espectadores que cosechó la apertura de la temporada anterior. De todos modos, la repetición emitida en la madrugada y los primeros números de las plataformas online HBO Go y HBO Now llevaron las cifras a 10,7 millones. Son cifras por demás alentadoras para la producción, uno de los éxitos más resonantes de los últimos tiempos, que este año cuenta con el aliciente de ser un enigma para lectores y no lectores del libro original: esta vez, Martin no llegó a poner el mercado el nuevo volumen de su saga.