Las celebraciones por los cien años del nacimiento de Frida Kahlo y los cincuenta del fallecimiento de su marido, Diego Rivera, desbordan las fronteras de México. Varias capitales se suman a la fiesta y Buenos Aires no es la excepción: desde hoy, la vida y obra de la artista nacida en Coyoacán el 6 de julio de 1907 –ella prefería decir “nací en 1910 con la Revolución”– es el eje de un ciclo multidisciplinario, el Festival 2 Fridas, que tomará por asalto la sala, las instalaciones y hasta la vereda de El Cubo Cultural, en pleno Abasto porteño. Los sábados de noviembre, de 19 a 3 de la mañana, habrá danza, música en vivo, artes plásticas, fotografías, gastronomía y bebidas, instalaciones audiovisuales, charlas temáticas y hasta medicina. Distintas perspectivas y lenguajes para acercarse a la mujer devenida icono de la identidad mexicana y mito planetario. El espacio de la calle Zelaya lucirá trastrocado: buena parte de su fachada recubierta con afiches de vía pública del DF; piñatas, calaveras, guirnaldas en el patio y hasta en la vereda empedrada, coincidiendo con los festejos por el Día de los Muertos.

La iniciativa emprendida por El Cubo y las compañías de danza Nandayure y Duggandanza, más el auspicio de Embajada de México y la Dirección General de Museos porteños, apunta a revelar diferentes aspectos de una creadora que “condensa lo más descarnado y doloroso, pero también la vida y la pasión”, según Monina Bonelli, programadora general del festival. “La actividad arranca a las 19 con una charla sobre un tema específico. El primer sábado habrá una suerte de radio abierta con un formato audiovisual sobre el Día de los Muertos”, anticipa la organizadora. El 10, Silvia Ibarra, especialista en cocina mexicana, presentará el libro Las fiestas de Diego y Frida-Recetas y recuerdos, de Guadalupe Rivera Marín, hija del primer matrimonio del muralista. Se trata de un texto sobre el placer de la pareja por la antigua cocina mexicana, los platos que compartían, los paseos por los mercados. El 17 se proyectará el film Los próximos pasados, de Lorena Muñoz (sobre la historia del mural Ejercicio plástico, que David Sequeiros pintó en la quinta de Natalio Botana y hoy agoniza en un sótano); el 24, en tanto, el médico y escritor Jorge Barello indagará en la fragilidad física de la creadora. Resultado de sus viajes a México, donde entrevistó a la ginecóloga de Frida (por sus múltiples lesiones no pudo tener hijos), el presidente del Comité de Médicos Artistas y Escritores ofrecerá una “histórica clínica novelada”.

En el foyer de la sala se exhibirán tres obras del fotógrafo Marcos López: la recreación del autorretrato Las dos Fridas, realizada en el Hospital Moyano, además de dos imágenes registradas en México. Y en formato de living, con sofás y pantallas, se verá la instalación audiovisual Herederos, de Barello, con entrevistas a los descendientes de Kahlo-Rivera, junto con una serie de muebles antiguos intervenidos desde una estética kitsch por la artista Marta Bril. “Los encuentros de Barello con los familiares son muy interesantes, revelan algunas cuestiones bastante desconocidas. Guadalupe, por ejemplo, la hija de Diego, odiaba a Frida y brinda una mirada nada complaciente”, puntualiza la programadora. Bonelli no es una novata en el tema: dirigió el unipersonal Roja, centrado en el cuerpo de Frida (“roto por dentro y embellecido por fuera”); y asistió a López en la producción del montaje realizado en el Museo de la Morgue del Moyano.

Desde las 21, la acción se trasladará al interior de la sala con dos propuestas de danza-teatro que asumen el desafío de expresar, a través del movimiento, el mundo de la mujer que desde chica conoció la enfermedad, la postración y el dolor. Primero subirá a escena Pies pa’ volar, de la compañía Nandayure junto con la bailarina invitada Liliana Cepeda: una puesta sutil e intensa que elude la descripción biográfica, los lugares comunes y el pintoresquismo. En un escenario despojado bañado de una banda sonora deslumbrante (con las voces de Lhasa de Sela, Chavela Vargas y Lila Down, entre otros), un elenco joven y de lo más preciso interpretará ocho cuadros que alumbran distintas facetas de Frida. Luego, a las 23, la compañía de Teresa Duggan presentará Su Frida, viva la vida: un trabajo que a través del movimiento, la música y la manipulación de diferentes materiales, recrea ambientes oníricos y fantásticos vinculados con la artista.

Después del teatro, nada mejor que salir al aire libre y sentarse en las mesitas del patio para degustar las delicias gastronómicas típicas, supervisadas por Silvia Ibarra y la cata de tequila. El dúo Enhorabuena (Marcela Consalvo en voz y Facundo López Burgos en guitarra) presentará versiones de temas mexicanos y el DJ Leo Tarifeño, llegado del DF, ofrecerá una mezcla de ritmos: desde canciones tradicionales, hasta el pop y la electrónica azteca. El clima de fiesta está asegurado. Las actividades son gratuitas (hasta habrá sorpresas fotográfica) y sólo se cobrará entrada para las obras de danza. “Ojalá el encuentro sirva para producir un impacto y transmitir esa unión de vida y muerte, de tragedia y comedia que habitaba en Frida”, concluye Bonelli.

Festival 2 Fridas: sábados 3, 10, 17 y 24 de noviembre, de 19 a 3 de la mañana, en El Cubo, Zelaya 3053. Todas las actividades son gratuitas, con excepción de las dos obras de danza (entradas a $15 y abono para las dos a $25).