8-Jules y Jim,

de François Truffaut. Con Jeanne Moreau, Oskar Werner y Henri Serre.

1961, 105 min. Epoca.

François Truffaut y su primera celebración de la mujer como fuerza de la naturaleza, representada en este caso por una Jeanne Moreau incontenible e inescrutable. A su lado todo palidece, empezando por sus laderos masculinos. Uno de los grandes clásicos de la nouvelle vague, Jules et Jim es también la primera película de época del autor de Los 400 golpes, su primer film-novela, la primera incursión en los misterios del amour fou y una de sus tantas comedias-que-devienen-tragedias. Cuestiones a las que Truffaut seguiría siendo fiel, tanto como al lirismo del relato-off y las resoluciones caprichosas, inyecciones de vitalidad para un relato al que el almidón de lo académico acecha.

6-El silencio de la muerte,

de James Wan. Con Ryan Kwanten, Donnie Wahlberg y Amber Valletta.

2007, 91 min. AVH.

Creador de El juego de la muerte y fundador, por lo tanto, del rendidor rubro “Torturas & Mutilaciones”, entre un aserramiento y otro el malayo James Wan se hizo tiempo para filmar esta pequeña peliculita de terror, más clásica y apreciable. Hasta cierto punto, al menos. La cosa empieza bien, con cierto muñeco maldito, de esos que mueven los ojitos para todos lados y, si hay que matar, matan. No sigue mal, cuando el protagonista vuelve al pueblo natal y comienza a desenredar la madeja que lleva hasta cierta bruja y su ejército de asesinos de madera. Al final se va al demonio, por esa maldita manía del cine de terror contemporáneo de querer convertirse en una kermesse de sustos.

8-Harry Potter y la Orden del Fénix,

de D. Yates. Con Daniel Radcliffe, Imelda Staunton y Ralph Fiennes.

2007, 138 min. AVH.

Segunda ocasión en que la serie Potter cobra vida y sentido cinematográficos (la anterior fue la tercera, Harry Potter y el Prisionero de Azkabán, dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón), La Orden del Fénix ayuda a no retirarle la confianza a una saga que parecería condenada al más desvaído mecanicismo. Nada de partidos de quidditch esta vez, ni tampoco mero desfile de mostrencos o de Grandes Nombres de la Escena Británica, la quinta entrega de la serie cobra nervio y oscuridad gracias a su red de intrigas políticas, representadas por la perversa interventora que Imelda Staunton compone con exuberante sentido del ridículo. Contra ella se levantan los justos, a puros golpes de varita.

6-Dragon Tiger Gate,

de Wilson Yip. Con Donnie Yen, Nicholas Tse y Shawn Yue.

2006, 90 min. Gativideo.

Algo así como la versión hongkonesa-de acción de New Kids on the Block, los héroes de Dragon Tiger Gate son tres chicos de veintipico, guapetones y con cabellos prolijamente despeinados, que cuando se lanzan en patadas voladoras y espirales aéreas son de temer. Sobre todo dos de ellos, Donnie Yen (también coproductor y director de coreografías de acción) y Nicholas Tse, que son como the best new thing de las artes marciales. Por lo cual las escenas de acción resultan realmente disfrutables. Cuando están libres (o casi) de efectos especiales, se pueden apreciar a pleno las cualidades acrobáticas de los muchachos. En cuanto a la película... ¿Qué, hay una película?