Como si nada hubiera pasado, el show continúa, y frente al Teatro Kodak ya está tendida la alfombra roja. En las butacas figuran cartelitos con nombres de guionistas, actores y cineastas como si el paro que asoló a la industria hasta hace diez días no hubiera existido nunca. Como si jamás se hubiera suspendido la gala de los Globos de Oro, la entrega de los premios Oscar, mañana a las 23.30 por TNT (canal que a su vez transmite el ingreso de celebridades desde las 22), se presenta como el corolario de un sistema de expectativas no defraudadas. El boca de urna de la víspera indica que Sin lugar para los débiles (que se estrena el próximo jueves) encabeza la lista de favoritos, saldando una deuda histórica de la Academia con los hermanos Joel y Ethan Coen. Si ocurriera lo que la crítica de Los Angeles Times juzgó como un “hecho inevitable”, serían los primeros hermanos de la historia en alzarse con el premio al Mejor director. Por otra parte, los Coen también cuentan con altas posibilidades de llevarse el premio a la mejor película.

Pero los Coen no son los únicos que están en el centro de las expectativas de crítica y público: La joven vida de Juno, breve ensayo magistral sobre la adolescencia, de Jason Reitman, empieza a subir sus acciones en numerosos sitios de Internet que hacen apuestas y formulan vaticinios. Una página como RottenTomatoes.com, con trayectoria de acertar con frecuencia entre los nominados, asegura que la historia de Juno cuenta con muchas posibilidades. La película ascendió a una posición apenas un punto porcentual por detrás del film de los Coen –93 contra 94 por ciento–, pero podría superarla fácilmente si se toma en cuenta el éxito en la taquilla, ya que es la única de las cinco candidatas a Mejor película que ya pasó la marca de los cien millones de dólares recaudados. La joven vida de Juno va por los 126 millones de dólares sólo en cines estadounidenses, más del doble que cualquiera de las otras nominadas: el ascenso está en sintonía con las menciones de los diez cineastas locales consultados por Página/12 (la aman o rechazan sin grises), que atribuyen a la protagonista Ellen Page los atributos de toda criatura de familia disfuncional, pero con una inocencia no tan habitual en los films de Wes Anderson y Todd Solondz.

La mejora en las chances de La joven vida de Juno se enmarca en lo que el crítico de cine Pete Hammond, de Maxim, consideró como “el año de los no favoritos”, argumentando que “en un barómetro cultural tan importante como los Grammy, el veterano Herbie Hancock ganó curiosamente el premio al Mejor álbum. Y que en la Super Bowl, la final de fútbol americano, los New York Giants se impusieron a los ‘invencibles’ New England Patriots”. Por eso, Hammond cree que La joven vida..., “una película alegre y bien hecha sobre una adolescente embarazada”, podría imponerse a la violencia de Sin lugar para los débiles. “¿Logrará la Academia salir de la oscuridad y consagrar una película centrada en adolescentes con corazón y esperanza como la primera comedia pura en ganar el premio al Mejor film desde Annie Hall: dos extraños amantes?”, se preguntó el crítico. Mientras, en las casas de apuestas –la línea dura de la previsión–, Sin lugar... se ubica como favorita con una proporción de 18 a 1.

Otras apuestas incluyen a Daniel Day-Lewis, protagonista de otra de las más nominadas, Petróleo sangriento, como gran favorito a Mejor actor (16-1) y a Julie Christie (3-1), protagonista de Lejos de ella, como la candidata con más posibilidades de llevarse la estatuilla a la Mejor actriz. Gane quien gane, Hollywood respira aliviado y confiado de poder repetir los ingredientes clásicos de uno de los mayores espectáculos de la industria. “Llega la primavera y después el verano”, dijo el productor de la ceremonia, Gil Cates. “Estos tres meses han sido terribles –siguió–. Pero los doscientos países y los cientos de millones de espectadores que la esperan pueden estar tranquilos.” Lo fundamental: el negocio detrás de una sola noche (los derechos de transmisión, los avisos...) no peligra.