[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Lejos todavía de una solución, la situación del Teatro Colón continúa tensándose, ahora con la Justicia en el medio. Si el 24 de octubre se supo que se había levantado la programación temporariamente, la noticia de esta semana fue que debido a la presentación de un recurso de amparo por parte de la Seccional Capital de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), las autoridades del mayor coliseo argentino se verán obligadas a continuar con las actividades programadas para lo que resta del año. La nueva situación llenó de aplausos un encuentro de agremiados realizado ayer.
Gustavo López, secretario de Cultura, adelantó que la medida será apelada.
Enrique Rozenberg, abogado de ATE, conversó con Página/12 poco después de la asamblea: “El recurso se tramitó en el Juzgado Nº 6 en lo Contencioso Administrativo de la ciudad. La jueza a cargo es la doctora Patricia Graciela López Vergara, quien ha dictado una medida cautelar ordenando la continuación obligatoria de la temporada”, afirmó.
Mientras tanto, las negociaciones paritarias siguen su curso, aunque en un clima ciertamente complejo. El secretario de Cultura de la ciudad, Gustavo López, salió al cruce: “Vamos a apelar la resolución, porque desde el punto de vista jurídico el amparo es abstracto. Ordena la apertura del teatro cuando, a pesar de que no hay actividad, las puertas están abiertas”. El funcionario explicó que el principal objetivo de la posición oficial es “establecer una forma de autorregulación del conflicto, para poder continuar con las negociaciones. Hoy hubo paritaria y acordamos el levantamiento de la suspensión de la temporada, pero para reanudarla debemos garantizar que no exista una metodología de paro permanente. Proponemos la firma de un documento que establezca las condiciones mínimas de negociación. No podemos prohibir la huelga, pero debemos ver de qué manera arreglamos para que cada vez que haya un conflicto la medida no sea el paro”. ATE propuso generar una impasse sin medidas de fuerza hasta el 28 de febrero de 2006, pero desde el gobierno se hace hincapié en que es necesario buscar un mecanismo con perspectivas de mayor alcance.
Ese es el motivo por el que se decidió extender hasta el lunes el plazo para firmar el acuerdo marco, lo que les da a los trabajadores tres días más para pensar. El otro gremio involucrado, el Sindicato Unido de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (Sutecba), junto con otros artistas y técnicos, ya aceptó las condiciones. “Falta la orquesta y el ballet, con quienes estamos en conversaciones”, relató López.
Los representantes de ATE no parecen convencidos de que la crisis se solucione rápidamente. El viernes dieron a conocer con detalle los argumentos presentados en el recurso de amparo. “Lo que planteamos es que la actitud de los directivos es una especie de lockout patronal estatal”, subrayó Rozenberg. “Los funcionarios tienen la responsabilidad de mantener en funcionamiento los servicios públicos, y no pueden cerrar el teatro alegando que existen problemas. Mucho menos si esos problemas están vinculados con reclamos de los trabajadores.” Las razones esgrimidas no se agotan ahí. “Sostenemos que se están amenazando derechos laborales, derechos culturales de la sociedad y también el derecho de expresión artística de los distintos sectores del coliseo”, remató el abogado del gremio.
Lo más probable es que el gobierno de la ciudad apele la medida el lunes. Si es así, la puja será sometida a la consideración del Fuero Contencioso Administrativo y Tributario de la ciudad. López advirtió que “el lunes les contestaremos que su sentencia es abstracta, y temporada no va a haber porque no podemos garantizarla. El Colón –subrayó–, además de ser un organismo público, es un teatro y es indispensable saber si hay condiciones mínimas para cumplir con calidad”. Mientras se preparan las futuras movidas, la decisión de la jueza López Vergara tiene pleno efecto y es obligatorio reestablecer las actividades. Además, no puede devolverse el dinero de los abonos y deben reabrirse las salas de ensayo.