Lunes, 29 de septiembre de 2014 | Hoy
SERIES › HOW TO GET AWAY WITH MURDER, POR LA SEñAL SONY
La serie enfoca una vez más en el mundo de la Justicia, pero de una manera particular. Su protagonista es Viola Davis, una abogada y profesora universitaria experta en asesinatos, quien termina involucrada en uno de los tantos casos que analiza.
Por Federico Lisica
A esta altura, el mundo de la industria audiovisual debería saber el nombre, la estatura, el número de calzado, hasta el color de ojos de la mujer que los tiene vendados y anda impartiendo justicia. En la tevé y el cine ha habido productos de todo tipo, y con resultados muy diferentes, dedicados al ámbito legal. Desde los totémicos Perry Mason, 12 Hombres en Pugna, a los inclasificables como Mi Primo Vinny, los clasicistas como la franquicia Law & Order o Cuestión de Honor. A este fecundo género viene a sumarse How to get away with murder (se estrena el miércoles 8 de octubre a las 22 por Sony). Y lo hace desde una de sus ramificaciones más probadas desde Ally McBeal hasta The Good Wife. Una que mezcla bufetes, sentencias y cortes con cierta mirada de lo femenino.
La protagonista absoluta de How to get away with murder es Annalise DeWitt (Viola Davis), una abogada y profesora universitaria experta en un tipo de casos: asesinatos. Pero no se está frente a una honorable Atticus Finch con polleras, sino a una más parecida a esos abogados que salvan de la cárcel a un posible homicida (Mi secreto me condena; La verdad desnuda). “Paso número 1: desacreditar al testigo; paso número 2: introducir un nuevo sospechoso; paso número 3: enterramos la evidencia y generamos tanta información en los jurados que cuando deban decidir se queden con la reconfortante sensación que genera la duda”, dice esta singular mujer frente a su atónita audiencia compuesta por estudiantes de abogacía. Serán algunos de ellos los que se verán involucrados justamente en un crimen, alterando la vida en el campus y el de la propia titular de cátedra. La difusa moral de DeWitt es justamente uno de los atractivos de esta serie que se codea con el thriller.
Esta entrega lleva la firma de Peter Nowalk y cuenta con la producción de Shonda Rhimes, avezada creadora de programas como Grey’s Anatomy, Private Practice y Scandal (otra ficción sobre una hábil mujer estelarizada por una actriz afroamericana). Si bien no se encarga de los guiones, la realización tiene su sello con personajes femeninos fuertes. Jugando con el título de How to get away with murder en The New York Times dijeron que “cuando Shonda Rhimes escribiera su autobiografía debería titularla ‘Cómo liberarse de ser una mujer negra enojada’”. Eso no es todo. Especifican que de todos los personajes que ha delineado, éste es el summum de los que juegan con la imagen que proyecta Rhimes.
Si hubiera que elegir un solo motivo para ver How to get away with murder debería ser el de la actuación de Viola Davis (dos veces nominada al Oscar por sus papeles en La duda e Historias cruzadas). Y que sí, interpreta a una mujer negra, provocadora e inteligente. “Amo este papel porque es complicada y misteriosa. Me zambullí en ella. No es alguien que tenga ánimo de criar a nadie, no les va a decir a los suyos ‘vení, sentate en mi regazo así puedo hablar con vos, querido’, es una mujer, es sexual, es vulnerable. Desde hacía mucho que quería hacer un personaje que me alejara de mi zona de confort”, dijo la actriz cuyo rostro empapela la ciudad con los afiches de la serie. “He interpretado muchísimos papeles maternales y oprimidos. Es momento de que la gente nos vea como lo que somos, porque la gente de color también puede ser muy complicada”, añadió. Lástima que no la llamaran para el casting de Bad Judge, aún inédito programa de la NBC, que presenta otro tipo de mujer de los tribunales. Una jueza fiestera, interpretada por Kate Walsh, muy en la línea del humor despelote que se impusiera con Damas en guerra.
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