TNT Series estrenó recientemente Agent X (va los sábados a las 21), ficción que marca la vuelta de Sharon Stone a la pantalla chica tras su paso por La Ley y el Orden. Cual Selina Meyer de Veep, y con un toque de la inolvidable M de la saga Bond, aquí Stone interpreta a Natalie Maccabee, la mujer más poderosa de Washington. A poco de jurar como vicepresidenta descubre que una de sus tareas es la de regir una práctica secreta –incluso para su jefe–. Según una sección oculta de la Constitución estadounidense, los que estén en su puesto contarán con un agente para actuar en casos que atenten contra la seguridad nacional. Lo cual, como se imaginará, sucede bastante. “Los padres fundadores comprendieron que ciertas emergencias requieren de la indiferencia sensata de formalidades legales”, le dirán a Maccabee.

El creador de la serie –W. Blake Herron– fue guionista de la saga cinematográfica Bourne. Como en aquella producción, hay intrigas políticas y conspiraciones varias, pero priman las escenas de acción. Una de ellas, inolvidable por cierto, incluye a una agente soviética peleando en portaligas dentro de un ascensor. Por temática y tono, quizá se trate de la propuesta más improbable en lo que va de 2015 (y unos años más también). Agent X apuesta por el trasfondo del poder en Washington, incluyendo teorías masónicas, un oficial de la CIA como James Bond, un mayordomo cual Alfred y hasta cuevas secretas. John Case (Jeff Hephner) será el agente en cuestión. Basta un primer encuentro con Stone (gélida y magnética) para imaginar un romance en el futuro cercano. “¿Es cierto todo esto?”, pregunta Stone. Sí, hasta ahora tiene confirmados diez episodios.