“Pelea como niña” es uno de los buenos lemas de Las chicas superpoderosas (de lunes a viernes a las 19.30 por Cartoon Network). Girlie Power, chiste y ternura junto al multicolor expandido que emanan las heroínas de la ciudad de Saltadilla. Bellota –la enojosa–, Bombón –la líder azucarada–, Burbuja –la sensible y aún más dulce que las otras– están de vuelta y en pleno relanzamiento, ya que desde 2005 no había nuevos episodios. Auténtico tridente ofensivo de la animación moderna, como si Neymar, Messi y Suárez decidieran tomarse unas largas vacaciones y al volver a jugar siguiesen divirtiendo. En estos nuevos capítulos se mantiene su impronta aunque hay algunos cambios. Atrás quedó el toque retro 50 en lo estético. Las líneas se perciben menos angulosas y más juguetonas pero igual de impactantes. En los tópicos se incorporan las nuevas tecnologías y la secundaria, como si ellas disfrutaran de no llegar a la mayoría de edad. “Tratamos de volverlas más contemporáneas. El uso de los celulares no es algo menor. Las chicas ahora tienen más superpoderes que iremos develando de a poco, así que pelearán contra los malos de una manera más atractiva que tan solo dar piñas y patadas”, asegura Bob Doyle, uno de sus productores junto a Nick Jennings.

Creadas por Craig McCracken, Las chicas superpoderosas llamaron la atención –y mucho– desde que aparecieron, en 1998, por la misma señal. Astroboy, Alvin y las Ardillas, formato de vieja serial policial, referencias hiperpoperas bajo un manto inocente, alguna que otra perversión y un mono superdotado como villano de ocasión (Mojo Jojo). El programa se convirtió en epítome del target kidult, incluso antes de que existiera tal término para referirse al contenido “adultescente”. De hecho, sus responsables actuales produjeron hijos directos de esta serie como Wow! Wow! Wubbzy!, Bob Esponja y Hora de Aventura. “Cuando el programa apareció fue extremadamente novedoso; para empezar tenían a tres chicas como protagonistas en una serie animada. Probablemente estuvo un poco adelantado a su tiempo en ese sentido. Si uno mira lo que pasa en el mundo hoy en día, sobre todo con el rol de las mujeres, incluso en Hollywood, diría que Este fue el momento perfecto para volver, son como símbolos del empoderamiento femenino”, dice Jennings en una conferencia telefónica de la que participó Página/12.

–En cuanto a la estética, el programa vuelve a las bases pero de forma diferente. ¿Fue un desafío o la elección más obvia de tomar?

Nick Jennings: –Cada aspecto está trabajado con mucha meticulosidad. La primera impresión es que se trata del mismo programa. Pero ciertamente hay diferencias. El original era muy pero muy gráfico. Cuando volaban era como si fuesen emoticones en el aire. Amamos eso. Pero nuestra intención actual es que sean más humanas y bajo esa intención las suavizamos un poco.

Bob Boyle: –Creo que es radicalmente diferente pero se siente parecido.

–Series animadas actuales como Hora de Aventura o Steven Universe fueron a lugares muy profundos e inexplorados para el género. ¿Intentarán eso?

N.J.: –No. Esta es una comedia con algunos elementos de acción y aventura incorporados en sus once minutos de duración. Llegamos a una audiencia muy joven. Dicho esto, creo que hacemos comentarios sociales sobre cosas con las que lidian las mujeres pero presentamos esa información de una forma muy divertida. Es algo muy interesante teniendo en cuenta que lo ven chicos-chicos. Así que no iremos a esos terrenos tan oscuros como Hora de Aventura.

–¿Con cuál de estas chicas se sienten más identificados o tienen preferencia?

N.J.: –Eso es como preguntarme a cuál de mis hijos quiero más (risas). Sí creo que todos llevamos una Bellota dentro, solemos explotar y volvernos rudos al enojarnos. Personalmente me gusta mucho Burbuja, así tan dulce y distraída. Y todos queremos ser como Bombón, la líder que mantiene las cosas en marcha

–¿Cómo hicieron para escapar a la nostalgia?

N.J.: –Ese quizá fue el mayor desafío. Era tan fresco el programa original que trabajamos mucho para mantenerlo así. Pero quisimos hacerlo más sincero y realista dentro de lo posible. Nos fijamos en los tonos y en cada uno de los personajes en particular. Ellas están más desarrolladas con sus intereses, gustos y, también, pesares. La intención es que los espectadores conecten de una manera nueva con ellas.

–Siendo un show con tantos íconos, ¿por dónde empiezan cada capítulo?

N.J.: –Siempre nos focalizamos en las chicas. Saltadilla podría ser cualquier lugar y por eso es tan fácil identificarse.

B.D.: –Doy un ejemplo. Hay un capítulo en el que tienen que ir a una isla a salvar al alcalde y está llena de monstruos que deben combatir. Pero ése no es el tema. El verdadero conflicto es que Burbuja tiene dos entradas para ir a un recital de su boyband favorita y una de las tres se va a quedar afuera. Ese es el gran problema a resolver mientras salvan al alcalde.

N.J.: –Es eso. Terminar la tarea y vencer a los villanos. Como dice su eslogan: “Salvar al mundo antes de irse a la cama”.