Viernes, 26 de septiembre de 2008 | Hoy
MUSICA › AYMAMA, LOS HERMANOS NUÑEZ Y CHACHO RUIZ GUIÑAZU, EN LOS VIERNES MUSICA
La juntada que se encargará de cerrar en la Sociedad de Distribuidores de Diarios la versión 2008 del ya clásico ciclo propondrá una amplia paleta de registros estilísticos, que puede ir del chamamé y sus aledaños a las músicas del Nordeste.
Por Santiago Giordano
Representan dos maneras de acercarse al paisaje, dos modos particulares de sentirlo e interpretarlo. Los hermanos Núñez –Juan y Marcos– vienen de Misiones y son parte de ese panorama exuberante que define el Nordeste, lo habitan y lo descifran desde la música, junto al percusionista Chacho Ruiz Guiñazú. El grupo Aymama se formó más acá, donde el folklore se selecciona y se distribuye, para hacer de cada versión –o de sus temas propios– una visita, una agradable etapa en un recorrido sonoro que atraviesa las distintas regiones del mapa musiquero del país. Hoy compartirán el escenario en el cierre del ciclo de conciertos Los viernes música que organiza PáginaI12, con entrada gratuita.
A las 20.30, en el auditorio de la Sociedad de Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines (Belgrano 1732), Los Núñez con Ruiz Guiñazú –y el bajista Hernán Prado– mostrarán los temas de Tierra de agua, el excelente trabajo discográfico con el que debutaron el año pasado, una mirada sobre el chamamé y sus aledaños, en la que temas de Tránsito Cocomarola, Isaco Abitbol, Rudy y Niní Flores, entre otros, aparecen en versiones que, por originales, no reniegan de sus raíces. Aymama hará lo propio con su disco homónimo, en el que ponen en acto una manera de hacer folklore sutil y femenina, con arreglos propios de páginas de Carlos Di Fulvio, Chacho Muller, Ramón Ayala y Félix Dardo Palorma, además de obras propias.
“Ta’ lindo el solcito hoy”, saluda Juan Núñez al teléfono desde Misiones. Es común que una charla con el bandoneonista formado en los lugares del chamamé comience con apreciaciones sobre el clima; no se trata de un recurso para impulsar la conversación, sino más bien de una declaración de prioridades, una manera de explicar la importancia del paisaje que lo circunda. Núñez cuenta que su primera escuela de música fue su familia y que comenzó tocando la guitarra con su hermano Marcos en Campo Viera, su lugar en el mundo. “Hasta que un día Ricardo Vuori –bandoneonista finlandés radicado en Oberá– me miró las manos y me preguntó si quería tocar el bandoneón. Ahí arranqué con este instrumento de sonido tan profundo”, explica. El misionero agrega que también toca el acordeón, “como hobby”, pero advierte que el bandoneón está más cerca de su gusto expresivo. “El acordeón es más estridente, el bandoneón es más reflexivo, pero a su vez se puede tocar con mucha garra; son dos formas diferentes, pero yo me siento bandoneonista”, define. También se le suele animar al tango: “Me gusta mucho Aníbal Troilo, que es para el tango lo que don Isaco Abitbol es para el chamamé”.
Juan y Marcos Núñez tocaron durante varios años en la banda del acordeonista Chango Spasiuk. Ahí conocieron a Ruiz Guiñazú, baterista y percusionista “nacido en Mendoza y malcriado en Córdoba”. “En realidad, me sumé a un proyecto que los hermanos Núñez venían elaborando desde hacía años –explica Ruiz Guiñazú– y que interrumpieron para tocar con Spasiuk.” Proveniente del rock y del jazz, Ruiz Guiñazú tuvo que inventar un instrumento que por sonido y esencia se adaptase al paisaje de la música del Nordeste. “Con Spasiuk empecé como baterista, pero no me gustaba lo que salía, así que traté de armar un set de percusión que se adapte mejor a los matices rítmicos y la riqueza de esa música”, cuenta el percusionista. Atravesada por influencias que llegan del Paraguay y de Brasil, la música de los Núñez, como la tierra misma, sabe extender sus fronteras; más allá del chamamé, se prolonga hasta el shotis, la polca, la galopa, la guarania y el bahión, por ejemplo. “La idea de sonido que perseguía para sumarme tenía que ver con la madera y el agua –explica Ruiz Guiñazú–, por eso agregué el udú africano –vasijas de cerámica de origen nigeriano– y el cajón de cedro, que es un árbol casi extinguido en la zona. El cajón que diseñé tiene forma trapezoidal –explica–; en la parte de abajo, más ancha, logra los bajos del bombo de la batería y en la parte superior tiene buenos agudos. Toco casi siempre con las escobillas de metal, para que suenen como las alpargatas cuando rozan el piso durante el baile.”
Sin más compromiso que el de desentrañar bellezas musicales, Aymama abarca diferentes regiones con su repertorio. “Esa es la idea –asegura Paula Suárez, pianista cantante y compositora del grupo–, pero la elección del repertorio también pasa por las letras, lo que nos transmiten y lo que nos despiertan.” “Si nuestro repertorio por ahí parece un poco más desnivelado hacia el Noroeste es porque el canon del folklore de las últimas décadas pasó por ahí”, agrega Mora Martínez, cantante y percusionista. El encuentro de Aymama se produjo hace un par de años, con la idea de hacer música “sin prejuicios”. “Más que desde lo que queríamos, las cosas se fueron definiendo desde lo que no queríamos –explica Florencia Giammarche, guitarrista y cantante–; nos conocimos en las peñas del oeste y la unión se fue consolidando hasta que decidimos hacer el disco.”
No es coincidencia que la formación folklórica de las tres haya comenzado desde muy chicas, a través de las propias familias, y se haya definido en referencias puntuales para cada una. “Yo nací en una casa en la que se guitarreaba y se escuchaba folklore, de todas maneras el quiebre se dio cuando escuché en vivo a Silvia Iriondo; ahí descubrí que había otra manera de hacer folklore”, asegura Martínez. “Para mí primero fue Yupanqui y más tarde me llegó una grabación Liliana Herrero, que me marcó para siempre”, interviene Giammarche. “Mi viejo también es muy folklorista –concluye Suárez– y de chica escuché eso; de todas maneras, todo cambió cuando, siendo ya música, escuché el piano del Cuchi Leguizamón.”
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.