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Viernes, 12 de marzo de 2010

MUSICA › MURDOC NICCALS, UNO DE LOS PERSONAJES DE GORILLAZ, HABLA SOBRE EL NUEVO ALBUM DE LA BANDA

Fantasías animadas de ayer y hoy

Plastic Beach, el tercer disco del proyecto creado por el cantante Damon Albarn y el ilustrador Jamie Hewlett, tiene colaboraciones de Lou Reed, Snoop Dogg y dos ex The Clash. Aquí, el líder de los “dibujitos” contesta con su arrogancia habitual.

–Murdoc, ¿cómo se puede estar seguro de que es usted el que contesta las preguntas y no otro?

–No se puede. Eso es lo divertido, ¿no? Podríamos tener una conversación tediosa acerca de la autenticidad y la realidad, o podemos hablar de lo bueno. ¡Música, magia, ron y Gorillaz! Sé bien cuál prefiero... Y creo que ustedes van a darse cuenta de que el veneno y la bilis que contienen mis adorables letras sólo pueden pertenecerme a mí, Murdoc Niccals...

–Ok. ¿Por qué, entonces, este e-mail es dirigido al bajista de la banda y no al cantante?

–¿Saben por qué? Porque Gorillaz es mi banda. Yo soy Gorillaz. Como la chica con el pelo rojo a lo Tintín es La Roux... Y los cantantes siempre son los nerds, de todos modos. El bajo es lo mejor.

–¿Cómo son los otros Gorillaz? Porque ustedes parecen detestarse unos a otros...

–Ustedes no entienden la naturaleza fundamental de los más grandes grupos pop. Nosotros somos lo que creo que los psicólogos llamaron “codependientes”. Quiero decir, es mi banda, pero esos otros tres le aportaron algo que nos lleva al nivel siguiente. Incluso si de verdad los odio... a veces. De todos modos, cuando empecé a pensar en rearmar todo esto, quise empezar con Noodle. Ella fue mi mejor activo; es una gran guitarrista, una compositora brillante y es linda. Noodle escribió la mayor parte de Demon Days (2005). Lo hubiera hecho yo mismo, pero estaba en una cárcel de México. Por supuesto que era inocente, pero eso significó que ella tuviera que hacer la mayor parte del último disco sola. Hasta que aparecí para arreglarlo y terminarlo. Desafortunadamente, ella fue arrastrada al infierno por un triste caso de identidad equivocada. Afortunadamente, conseguí parte de su ADN en el lugar del choque en “El Mañana” (ver el video de ese tema) y pude construir una réplica cyborg ¡que tiene todas sus locas habilidades para la guitarra! ¡Imagínense! Uno no podría inventarse cosas así, les digo... Y D es más difícil de cambiar que el herpes. Más allá de lo que uno piense de él, su voz es una parte integral de Gorillaz. Uno puede seguir adelante deshaciéndose de muchos aspectos de la banda, salteándose partes, sacrificando la “experimentación”, pero no se puede cambiar al cantante. Muy pocas bandas lo lograron. Quizá New Order. Quizá... Con Russel es más complicado. Ha sufrido ataques de posesión demoníaca en los últimos años y esta vez sencillamente no pude encontrarlo a tiempo. Igual debo admitir que en realidad no lo intenté. Programé yo mismo las baterías para Plastic Beach. ¡Un garabato! Igual, sobran bateristas. Y sin embargo extrañé al grandote. Bueno, algo así. Ya aparecerá cuando esté listo... ¡pero no va a recibir royalties!

–¿Alguna vez desea ser parte de una banda real de rock’n’roll como, digamos, Oasis o Blur?

–Esa pregunta es un poco boluda. Si las dos se separaron... Otra vez. O algo así. Pero, de verdad, pensémoslo. ¿Prefiero ser Murdoc Niccals, master de todo lo conocido, con un disco fantástico en camino y un imperio insular para gobernar, o un ex integrante de Oasis, yéndome a dormir en llanto cada noche entre las cenizas de mi alguna vez poderosa banda? Y Blur: estaban bien, pero eran un poco... blandos. El queso y la política están bien para los granjeros y los políticos, pero no son rockeros. ¿Entienden lo que digo? Yo salgo a matar dragones, navego los siete mares y conquisto continentes enteros sólo con botellas de ron y las estrellas de la noche como guía. Puedo elegir con quien trabajar, en todo el mundo, y mi banda quiebra todos los géneros y límites, innovando y luego descartando nuevas tecnologías a su paso. ¿Se dan cuenta de lo que preguntaron? Pienso que la respuesta a esa pregunta es “No”, hijos míos. Aun así, me llevé un lindo Aga (un tipo de horno cuyo uso promueve el bajista Alex James) en mi bolso cuando fui a ver a Blur al Hyde Park el año pasado. Un regalo. Mantiene linda y cálida mi isla durante el invierno.

–¿Cómo es vivir en una isla desierta? ¿Se inspiró en el reality I’m a Celebrity... Get Me Out of Here?

–Bueno, salvando el olor, las grullas empetroladas y el traqueteo constante de toda la basura plástica que llega a la orilla... ¡es fantástico! En lo que realmente me inspiré fue en la necesidad de escaparme muy rápido y muy lejos. Necesitaba un lugar desolado. Realmente oculto. Un lugar en el que no pudiera encontrarme ni Google. He creado una senda de destrucción, un despelote enorme... Los Black Clouds, esos helicópteros del video de “El mañana”, me seguían el rastro. Estaban enojados por unas armas levemente falladas que puede que les haya vendido... Deben haber conseguido algunas nuevas porque lo próximo que supe es que me habían encontrado. Balas por todos lados. Me tiraban por las ventanas, lanzaban gas mostaza en mi habitación de hotel, me revisaban el correo... Tenía que rajar. Y rápido. Así que necesitaba algún lugar, algo único... ¡Plastic Beach!

–Tienen muchos invitados en Plastic Beach. ¿Cómo los consiguieron?

–Métodos varios. Un modo es llamarlos por teléfono e invitarlos. Deben recordar que el nombre Gorillaz ya ha recorrido un largo camino y alguna gente dice que sí gracias a eso. Para mucha gente, colaborar con Gorillaz es como un pasaje a Disneylandia. Es un día libre, pueden ser parte en este pequeño y surrealista parque temático fantasmagórico que parece navegar por el mundo conmigo, Murdoc Niccals, al timón... No mucha gente rechaza una invitación así.

–¿Es verdad que Snoop Dogg es más fiestero que usted?

–Snoop es el abuelito, ¿no? Para mucha gente, Doggstyle fue el disco que dio el salto, que la hizo meterse en el rap y el G-funk, junto con De La Soul, que hizo la misma clase de crossover con Three Feet High and Rising... Pero no, yo soy mucho más fiestero que Snoop. ¿Qué anduvo diciendo él? Cuando él tenga piel verde y pueda fumar 120 Lucky Lungs por día podrá reclamarme el título. Hasta ese momento, ¡bajate, Snoop!

–Mark E. Smith: ¿fue una lucha de titanes, ustedes dos juntos?

–¡Fue más una batalla de bandoleros! Es un placer que hayamos podido conseguir a Mark E. Smith para el disco. No estoy seguro de que él sienta lo mismo, pero, ya saben, a veces sencillamente me aburro de invitar gente. A algunos de los colaboradores simplemente los secuestro. “Ey, ¿esto te huele a cloroformo?” “¿Alguno quiere Rohypnol?” Mark es un grande. Amo a The Fall. El está en un track llamado “Glitter Freeze”. El quería grabar su parte mirando al norte. “¿Cuál es el norte visto desde aquí?” Supongo que ésa será su Meca. Le apunté al sudoeste, pero él lo hizo igual. De todos modos, igual usamos sus preguntas como una pequeña intro. A veces los mejores momentos son esos pequeños errores que se meten cuando estás calentando motores...

–¿Les contó Lou Reed algunas historias sobre los viejos buenos tiempos en la Factory de Andy Warhol?

–Sí, nos contó una fantástica sobre Liz Taylor, un enano, tres docenas de litros de pintura verde y un plato de una sustancia farmacéutica, pero no puedo repetirla. Crecí escuchando a Lou Reed y a los Velvet Underground. Bueno, no crecía, porque eso todavía no sucedió, pero sí lo escuché mucho cuando era más joven que lo joven que soy ahora... Y amo el material solista de Lou, Magic and Loss, The Blue Mask y, por supuesto, Transformer. Producido por “Daviiiidd Booowwieeee”.

–¿Paul Simonon es mejor bajista que usted?

–No. Pero hasta él mismo lo admite. De todos modos, debo decir que es bastante bueno. Lo suficiente, de hecho, como para que incluso lo dejara tocar en “Plastic Beach”, el tema que le da nombre a nuestro nuevo disco.

–Juntaron a medio The Clash por primera vez en años. ¿Cómo fue ese encuentro en el estudio?

–Para mí fue muy, muy especial. ¡Y para ellos también, seamos honestos! ¿Cómo salió esto? Bueno, requisé a Paul Simonon de The Good, The Bad & The Queen. Y tuvo sentido. Veamos... Gorillaz siempre tuvo influencia de The Clash y Big Audio Dynamite. Fue mi hermano Hannibal el que me hizo escuchar a The Clash. También fue el que me partió la nariz, así que tengo mucho que agradecerle. Pero ser influidos por ellos es algo... Lograr que se juntaran Paul y Mick Jones para trabajar con nosotros, es algo superior...

–No sabíamos que usted era fan de la música árabe. ¿Se divirtió en Beirut y Siria?

–Uh, sí, adoro eso. Simplemente precioso. “White Flag”, del disco, abre con una exuberante e hipnótica orquesta árabe. Grabada en Beirut, a fines de marzo de 2009. Fui hasta ahí disfrazado... Sabía que quería esa parte del mundo en el disco, así que encendí otra vez el helicóptero, abandoné Plastic Beach, y me dirigí a Beirut y Siria. Tuve que ocultarme debido a estos elementos que estaban tras de mí, así que elegí una burka negra como disfraz y viajé a Beirut para grabar con la Orquesta Nacional. Mientras estaba allá, varios guías me llevaron a recorrer la ciudad, cosa que me abrió los ojos... Me enteré de que los israelíes pasan volando muy bajo con sus jets una vez al mes sobre la ciudad de Beirut. Si vuelan lo suficientemente bajo y rápido, crea un efecto de explosión sonora que destruye todas las ventanas del área. Es parte de la atmósfera y la incansable campaña para mantener a la ciudad con los pelos de punta. La ciudad es como Port Royal, la vieja ciudad pirata. Básicamente, uno puede hacer lo que se le cante, si es que quiere salir de joda en zona de guerra. Que es lo que supongo que hice, en mi singular y único estilo. “White Flag”... ¡Qué pieza fantástica para ofrecer en un supuesto “álbum pop”! Es fundamental abrirle los oídos a la gente hacia estos aspectos del mundo, porque si sólo leés los diarios o mirás televisión, la impresión que te llevás es muy distinta. Así que es importante sacar a la luz cosas así, para erosionar toda la desinformación. Gorillaz: ¡somos un servicio público!

–En sus discos hay un poco de todo. ¿Cuál es la música que de verdad le gusta, con la que creció?

–El adorable, pegajoso y negro ¡metal! Sabbath y demás. Eso es lo que realmente calienta los berberechos de mi sucio y negro corazón. Pero, en realidad, me gustan todas las clases de música. Simplemente tiene que ser buena música. Russel también me introdujo en toda una variedad de hip hop, soul, dub y material clásico. A D y a mí nos gusta la música, pero Russel ya era músico. Increíble. Mucho más allá de nuestras posibilidades. Me hizo escuchar a Schoolly D, Eric B and Rakim, Grandmaster Flash, DC Basehead, The Last Poets, Gil Scott Heron, montones de cosas. The Congos, Neu, Zapp, Morricone... También escuché a Holst, Hermann, Debussy, Messiaen, material fantástico, glorioso, realmente rico. Pero ya absorbí todo eso. Y lo único con lo que apareció en el último par de años es un viejo lado B de Wu Tang. Me gusta el Clan, pero Russel me resulta bastante redundante desde que me anoté en (el sitio de streaming) Spotify...

–¿Tienen planes para salir de gira?

–Es gracioso, justamente estaba pensando en un gran concierto que estoy planeando y todo el espionaje que requerirá. No estoy muy propenso al entusiasmo debido a toda la medicación que consumo y demás, ¡pero es realmente algo especial! Algo increíble. Algo con lo que quizás haremos giras hasta que seamos esqueletos... Vamos a estar en Coachella, un festival fantástico en Palm Springs, cerca de Los Angeles. Por ahí hay buenas canchas de golf. Es como un parque para acampar enorme en medio del desierto. Y hemos reclutado una completa mezcla de estrellas invitadas de renombre, así que vayan, vayan, vayan a verlo. El 19 de abril. De 2010. Vamos a arrasar con todo.

* The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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