Viernes, 14 de enero de 2011 | Hoy
MUSICA › CECILIA GAUNA, CANTANTE Y COMPOSITORA ARGENTINA CONTEMPORANEA
Así define la autora el espíritu que anima a Aliento, su nuevo disco, que fue disparado por el recuerdo de Hermógenes Cayo y Lola Kiepja, dos personas de tierra adentro que supieron sobreponerse a un contexto hostil: “Quise rescatarlos del olvido”.
Por Cristian Vitale
A Hermógenes Cayo alguien le puso “el Leonardo de la Puna”. Desde Miraflores, en el Jujuy profundo, desarrolló un arte total en medio de una nada infinita. Pintó, esculpió, dibujó, cantó y tejió en condiciones muy complicadas de pobreza. Era coya e inquieto en la quietud. Jorge Prelorán lo filmó –en un gran documental– y Cayo murió en 1968. Lola Kiepja fue la última chamán selk’nam de Tierra del Fuego. Resistió el frío y el desdén de la patria blanca junto a su gente, firme. Murió en 1966. Cecilia Gauna, cantante y compositora argentina contemporánea, tomó a los dos y los fundió en canción. Vio en ellos un puente humano para conectar la diversidad del país que está en el medio y editó un disco: Aliento. “No sé, es como un rescate de la voz genuina, ¿no? Ambos tenían que ver con eso, y el primer tema del disco, de hecho, se llama ‘La voz que canta’. El eje es más bien una cuestión filosófica con el preguntar ¿Quiénes somos? ¿Qué nos pasó? ¿Hacia dónde vamos?”, principia ella, echando a rodar los rasgos centrales de su segundo disco solista. Se trata de un fino trabajo en el que esta voz lírica y popular se zambulle en la amplia paleta de colores que permite el folklore vernáculo para rubricarlo con su firma. “La verdad es que necesité encauzarme en algo más definido. Mi disco anterior (Non Stop), además de musicalizar poemas de otras mujeres, era más abierto: ritmos latinoamericanos, jazz, áreas de ópera, bolero, música electroacústica... Aliento es más de acá”, se ríe.
–Y basado en gente de los confines. ¿Por qué tomó a Lola y Hermógenes como historias disparadoras?
–Porque me parecen dos personajes increíbles. Con Lola tomé contacto a través de una antropóloga que murió este año (Anne Chapman) y lo que me interesó de entrada fue que ella había grabado los cantos de la chamán, que yo incluí en el tema. Me impactó eso de estar ahí, de resistir con tantos grados bajo cero, y esos cantos onomatopéyicos, percusivos y hasta violentos, muy parecidos a los originarios de Alaska, a los esquimales. Y Hermógenes, bueno, lo descubrí por el documental de Prelorán. Sentí una emoción tal que, cuando terminó, no podía parar de llorar. Vivía con su mujer y sus dos hijos en medio de una miseria terrible y sin embargo no paraba de hacer imágenes: trabajaba el telar, hacía instrumentos musicales, cantaba... era un artista del carajo. Durante años me dio vuelta la cabeza la idea de hacer algo que tuviera que ver con ellos, de rescatarlos del olvido.
Gauna pinta al imaginero de Miraflores como un Cristo de la Puna, como un coya del milagro a quien su mujer, Candelaria, le implora “Quiero parir en tus brazos”. Y a Lola a través de preguntas: ¿Es destino de los hombres perecer? ¿Es el sino de los hombres olvidar? ¿Es destino de los buenos insistir? ¿Es camino de los justos condenar? “¿Cómo no conmocionarse ante esas gentes a las que mataron, de una u otra forma, para quedarse con sus tierras? Creo que debe ser algo siempre presente”, considera.
–¿Por qué aparece pintada de negro, rojo y blanco en la tapa del disco?
–Así se “producían” los selk’nam. Lo vi a través de fotos realmente impactantes en el libro de Chapman: ¡esos colores en el medio de la nieve! Era parte de una ceremonia de iniciación que se llamaba Hain y yo traté de ser parte de ella, a mi forma y con mis posibilidades, claro.
Acompañada por Mariano Fernández (arreglos, piano, teclados y dirección musical), Juan Pablo Ferreyra (guitarra), Tati Calá (bajo y contrabajo) y Matías Furió (percusión), la Gauna –ensalzada más de una vez por el Chango Farías Gómez– llegó a sus discos luego de criar dos hijos, integrar el Coro Polifónico Nacional, el grupo Música Ficta y el Coro Estable del Teatro Colón. Y trabajar con Néstor Marconi, Ariel Ramírez, Jairo y Mercedes Sosa. Gauna, además, tiene un retrato de Janis Joplin en su casa. “¿Por qué no?... me encanta la Janis. Y también Peter Hammill, tenía una voz alucinante el tipo. Y Joni Mitchell, y el pop inglés de los sesenta... bueno, creo que estamos en el tiempo en el que las barreras y los prejuicios han quedado de lado, en buena hora.”
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