Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Que Facundo Llompart, Lautaro Vieyra o Claudio Peña, cada uno en su metier, haga música sin palabras, música abstracta y desprovista de cualquier posibilidad expresiva que no pase por los instrumentos no implica, necesariamente, que los tres carezcan de compromisos políticos. Sería (es, en caso puro) un axioma presentar la idea de que la música contemporánea está hecha por personas que viven en un contexto social, político y cultural determinado y que, más allá de la cosa sonora puntual, pueden conformar un colectivo de lucha, resistencia, apoyo o reivindicación de un estado de cosas social. Dicho de otro modo: que Llompart, Vieyra, Peña o cualquiera de los exponentes de la música contemporánea argentina que dirán presente en la segunda edición del NMxLM (Nuevas Músicas por la Memoria) sean militantes de una causa nodal (la autonomía del arte) no deviene directamente en que no puedan expresarse a favor de la memoria, los derechos humanos y la profundización de la democracia.

“Quienes organizamos Nuevas Músicas por la Memoria reivindicamos la posibilidad de comprometernos políticamente por un modelo de país inclusivo, popular y latinoamericanista sin abandonar la elección de practicar una música actual, compleja y experimental, que tenga derecho a ser escuchada, programada y difundida tanto en los medios de comunicación como en las salas de conciertos”, reza el manifiesto que da origen y sustento a esta movida que tendrá su lugar en el Espacio Cultural Nuestros Hijos (Avenida del Libertador 8465) entre esta tarde noche y la del sábado.

Bajo la idea y dirección de Jorge Sad Levi y auspiciado por Cultura Nación y el Enerc (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica), el encuentro tiene por objeto, entonces, no solo sacar al género de las salas de concierto, sino también hacer visible un compromiso político colectivo en defensa de los DD.HH. “La intención de NMxLM es deconstruir ese espacio llamado ‘música contemporánea’ hasta convertirlo en algo parecido a lo que debería ser: un espacio de posibilidades inclusivo, sin valores sacrosantos. Un espacio de escucha y no un espacio de idolatría, y esa construcción es imposible sin la memoria de nuestra realidad histórica en tanto argentinos”, dice Levi a Página/12, en los prolegómenos de una avanzada que comenzará hoy a las 19 con una conferencia a cargo de Diego Makendosky (“Nuevas músicas y memoria: De un yo a un nosotros, entre la historia y la memoria”; “Una propuesta para las Nuevas Músicas desde América”) y proseguirá con las presentaciones de Amanda Guerreño con Ocho piezas breves para piano y sonido sintetizados; Carlos Papolla y su Lamento del Mano en la muerte, para coro; el citado Llompart y su obra electroacústica Díptico; el trío NMxLM, para sikus, charango y acordeón, formado por Luciano Borrillo, Pablo Espada y Andrés Venturino, y Libre, una improvisación para tres partes a cargo de Bruno Canossa, Leandro Tolchinsky y Alan Senderowitsch, bajo el nombre de Prótesis para una bailarina.

Contrario a la costumbre histórica basada en que los organizadores llaman “mutismo oportunista” que caracterizó (con algunas excepciones) al todo del género desde la dictadura militar hasta la etapa neoliberal de los ’90, el NMxLM viene a reparar el detalle y gritar, bajo miradas plurales pero convergentes, que hay músicas discriminadas por el mercado y los medios que van de las expresiones de los pueblos originarios hasta las músicas contemporáneas y experimentales y que su visibilización es parte de una misma búsqueda: la de una sociedad más justa e igualitaria. “Nos juntamos en el ECuNHi una vez por mes en una especie de ‘carta abierta’ de los compositores en la que, aún con matices, coincidimos en un proyecto de país y queremos otras políticas culturales”, sostiene Levi, compositor, investigador y docente en el Departamento de Artes Dramáticas del IUNA y del Enerc, cuyas obras electroacústicas han sido interpretadas por gente de fuste como Josetxo Silguero, Linda Wetherill o Ensamble de la Composer’s Conference.

El Nuevas Músicas... surgió a fines del 2010, mediante una propuesta que el mismo Levi le hizo al coordinador del área de música, Rodolfo García, y la primera edición, en 2011, fue un éxito: en veinte días, los organizadores lograron convocar a músicos para hacer cinco conciertos en cuatro días. “Rodolfo para mí era el baterista de Aquelarre, uno de los grupos que me impulsó a estudiar y dedicarme a la música, así que para mí era un gran orgullo poder conocerlo y fue un placer encontrar un tipo abierto a estéticas nuevas, a la experimentación, tal como me imaginaba que hacían mis ídolos en esos momentos de los ’70, cuando empecé a escucharlos. De hecho, en esa primera edición hubo debates y discusiones luego de cada concierto con compositores, músicos y público, que generó un clima muy parecido a mis primeros conciertos, allá por 1974, cuando la música, además de un placer, era un objeto polémico que se construía entre todas las partes intervinientes”, cuenta Levi.

El encuentro sigue mañana cuando, tras una conferencia bajo el título de “Memoria sonora de los centros clandestinos de detención”, a cargo de Raúl Minsburg, muestren sus obras Luciano Azzigotti (Ledro para piano), Lautaro Vieyra (Rizoma. La comunicación y la conducta), Cecilia Gros (Reflexiones de un paseante solitario para piano y percusión), Marcelo Katz (Decía... para clarinete bajo solo, sobre textos de Macedonio Fernández), Bruno Mesz (Aftermath para piano, bailarina, video en vivo y ruinas), Claudio Peña (Improvisación por señas para dos cuartetos de violonchelos) y el Ensamble ARRE! Y continúa el sábado y domingo con las presentaciones de Ana Foutel, Juan Ortiz de Zárate, Federico Núñez (sábado) y Ezequiel Esquenazi, Mariano Fernández y el Ensamble Música Nueva, entre otros (domingo), con una mesa de discusión sobre el NMxLM como proyecto cultural como cierre. “Poner en valor lo que hacemos o, como decía Sartre, construir los valores por los cuales queremos ser juzgados, esa es la tarea... la música debe tener otro lugar en esta nueva Argentina que está naciendo”, cierra Levi.