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Martes, 16 de julio de 2013

MUSICA › PEDRO GUERRA, ANTE UNA NUEVA VISITA A LA ARGENTINA

“30 años producen vértigo”

El cantautor español decidió celebrar sus tres décadas de carrera con un disco triple en vivo que incluye algunos invitados ilustres. Mañana en La Trastienda comienza un ciclo de actuaciones que lo llevará también por el interior y los países vecinos.

 Por Sergio Sánchez

El movimiento de la Nueva Canción Latinoamericana fue tan influyente en la región que también logró expandirse a nivel mundial y dejó su huella creativa fuera de casa. El cantautor español Pedro Guerra admite ser hijo de la trova y la canción latinoamericana. O, por lo menos, su música está fuertemente atravesada por esa influencia. Quizá ésa sea una de las razones por las cuales es tan bien recibido en estas pampas. “Mi música tiene mucho que ver sobre todo con Latinoamérica. Y se asienta también en la tradición de los cantautores, no sólo latinoamericanos, sino también franceses, italianos y, claro, españoles”, explica el músico. Guerra acaba de publicar en España un disco triple en vivo para repasar sus treinta años de camino musical y regresa al país en el marco de una gira sudamericana que lo llevará también por Uruguay y Chile. En Argentina, se presentará mañana y el jueves 25 a las 21 en La Trastienda (Balcarce 460) y luego visitará La Plata (viernes 19), Rosario (sábado 20), Córdoba (domingo 21), Mar del Plata (viernes 26) y Neuquén (domingo 28).

El disco 30 años, que en Latinoamérica será doble, repasa las canciones más emblemáticas del repertorio del cantautor canario y reúne a un amplio abanico de invitados. Una de las que se destaca es la versión de “A primera vista”, a tres voces: Chico César, Pedro Aznar y Guerra. Y también sobresalen “Niña”, junto a Silvio Rodríguez, y “Pasaba por aquí”, a dúo con Luis Eduardo Aute. Entre los invitados también están Ana Belén, Enrique Bunbury, Lenine, Andrés Suárez, Javier Rubial, Estrella Morente y Josemi Carmona. Se trata de un disco intimista grabado en vivo en conciertos que dio en Colombia, Costa Rica, Bolivia y en diferentes lugares de España. En cada canción, Guerra dialoga solo con su guitarra acústica, el mismo formato con el que se presentará en nuestro país. “Creo que la verdadera razón es la crisis”, confiesa. “La crisis un poco te lleva a amoldarte. Y la guitarra y la voz es algo que se puede mover muy bien. Este formato me permitió grabar hasta quince conciertos distintos. Quería que América estuviera reflejada también. Porque el público latinoamericano es muy fiel. La tradición del trovador y del cantautor es algo que se entiende perfectamente en cualquier país de América latina.”

–¿Qué lo une particularmente a la canción latinoamericana?

–Mucho. Y en concreto a la Argentina, muchísimo. Tendría que distinguir tres momentos: hay un primer momento, cuando empecé, que mis mayores influencias son, por un lado, la música de Argentina. Porque yo tenía a mi padre como aficionado. Le gustaba mucho Atahualpa Yupanqui y Eduardo Falú. En mi casa estaba el disco Preguntitas sobre Dios, de Yupanqui, y un disco de Falú donde cantaba “Tonada del viejo amor”. Entonces, hay un primer momento donde recibo la influencia de la música argentina, de todos estos cantantes que están un poco enraizados con el folklore. Más adelante, hay una influencia muy potente de la nueva trova cubana, sobre todo a través de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, y luego una influencia muy grande de Brasil. A la vez que recibo una influencia de Brasil, me llegan músicas argentinas más modernas: Fito Páez, Spinetta y Charly, y cosas que vienen más del rock. En el medio también apareció Mercedes Sosa. Ella fue una intérprete que dio a conocer a muchos compositores. Tenía un sello personalísimo. De hecho, yo conozco a Charly y a Fito a través de ella. También tuve influencias de Chile, porque Violeta Parra y Víctor Jara son dos nombres fundamentales. Mi música está asentada en un pilar muy potente: América latina.

–Cuando escuchaba a Yupanqui, ¿era extraño que en su casa hubiera esa música argentina o era habitual que en esa época en España se escuchara a esos autores?

–No, no era habitual. En Canarias seguramente mi padre recibió esta música quizá en su época universitaria. La música sudamericana en Canarias en esos ambientes siempre fue bastante común. Pero no es híper popular. En los últimos veinte años empiezan a llegar también de Argentina músicos como Fito Páez. Y el asentamiento en España de Ariel Rot, Calamaro y Los Rodríguez generó un contacto directo con la música argentina más moderna. No sé si tienen un arraigo muy fuerte a nivel popular, pero sí empiezan a tener una influencia muy fuerte entre los músicos. La parte uruguaya es muy importante también: Alfredo Zitarrosa, Eduardo Mateo, Jaime Roos, Rubén Rada, Jorge Drexler y Fernando Cabrera.

–¿Qué balance pudo realizar al repasar estos treinta años?

–La primera vez que caí en la cuenta que llevaba treinta años cantando me dio un poco de vértigo. Por el paso del tiempo. Uno no tiene la sensación que han sido treinta. Me alegra poder repasar mi carrera en un disco y sentir, por lo menos a nivel personal, que hay un equilibro bastante grande en mi música. Hay canciones de todas las épocas. Y no veo que nada destaque ni llame la atención ni por arriba ni por abajo. Lo de los invitados es súper gratificante. Hay gente con la que no había trabajado nunca como Bunbury, Estrella Morente o Josemi Carmona. Con Pedro Aznar habíamos cantado alguna vez en directo pero no habíamos grabado. Hacer este trío con Chico César nos apetecía a los tres. Y Silvio no podía dejar de estar.

–¿Cómo ve la situación de España? ¿Ve una salida próxima o no hay decisión política?

–No soy un especialista y creo que para entender lo que está pasando hay que tener mucha información a nivel económico. Decisión política de momento no la hay. Porque con la política de la austeridad y los recortes lo que se está haciendo es apretar a la gente hasta unos niveles brutales. Pero no está mejorando la situación. La gente sigue igual. Pero no hay ni luz ni nada. Hay un túnel espantoso en el que estamos metidos. La solución no va a venir el año que viene ni el siguiente. Nunca se va a volver adonde estábamos. Porque donde estábamos probablemente era una especie de burbuja ficticia. Estamos en el proceso de adaptación. A veces hablamos con gente de Latinoamérica cuando vamos de gira y se sorprenden con nuestra crisis. Tenemos que reestructurarlo todo para aprender a vivir en una situación nueva. Las decisiones políticas son más tomadas en función del mercado que de los intereses de la gente. Empezamos a hablar en España de “país pobre”. Uno tiende a creer que lo que se está salvando es el mercado. Lo material no tiene que importar. Lo importante es tener trabajo, poder ingresar dinero en el hogar para que los niños puedan estudiar y tener una sanidad fuerte.

–¿Cree que los cantautores tienen en sus espaldas una responsabilidad mayor, de posicionarse sobre ciertos temas?

–Los cantautores sí. Hay un poco de presión en ese sentido. La gente está pendiente de lo que piensas, de si te comprometes o no, de si te comprometías más antes. Hay otros músicos y cantantes a los que no se les pregunta nada. Hacen una música más blanca y ya está. Pienso que al margen de que siento un gran compromiso con mi obra yo no le exijo esto a nadie. El compromiso tiene que ser más como ciudadano que como músico. Entonces, si eres un ciudadano comprometido, luego cuando haces música, tu música también lo será.

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“Mercedes Sosa dio a conocer a muchos compositores. De hecho, yo conozco a Charly y a Fito a través de ella.”
 
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