El Senado de la Nación aprobó ayer la ley que exime del impuesto al Valor Agregado a las entradas de los espectáculos musicales. Una exención que, hasta ahora, sólo recaía sobre las entradas de las obras teatrales. El proyecto había obtenido media sanción en la Cámara baja a mediados de mayo pasado y ayer fue aprobado por los 49 senadores presentes en la sesión.

La norma aclara que se exime del pago del IVA “a la contraprestación exigida para el ingreso a conciertos o recitales musicales, cuando la misma corresponda exclusivamente al acceso a dicho evento”. Lo cual significa que la exención no regirá para las entradas que se venden telefónicamente o por Internet, con sistemas tipo Ticketek o en otros puntos de venta. “De esta forma se tiende a propiciar un sistema de verificación y control más exhaustivo”, explicó a Página/12 el titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Jorge Capitanich.

Varios músicos, productores y empresarios nucleados en la Cámara de Empresas Argentinas de la Cultura y el Espectáculo venían reclamando esta ley desde hace tiempo, con el argumento de que la suma de los diferentes impuestos que deben afrontar para un recital, además del IVA, no resultaba lógica en la cuenta final. La queja de los artistas y empresarios tenía un punto de partida: en diciembre de 2003 se derogó el decreto que aprobaba el convenio de competitividad. Ese convenio permitía descontar el IVA de los pagos a Sadaic, Fondo de las Artes, Argentores y Capif. Desde entonces, aseguraban los empresarios, las cargas implicaban un sobrevalor en las entradas del 44 al 55%, un costo que, según ellos, no se trasladó al público, sino que fue asumido por los productores.

En el último tiempo, uno de los principales abanderados de la causa de la exención del IVA a los recitales fue el empresario Daniel Grinbank, quien por estas horas festeja la buena nueva en Alemania. Grinbank llegó a condicionar un probable próximo show de Madonna en la Argentina (se habla de que la diva del pop podría venir hacia fin de año) a la sanción de la ley. “Sin esa ley es imposible, no dan los números”, dijo el empresario cuando el proyecto de exención ya tenía el visto bueno presidencial, de Economía y de la Comisión de Hacienda de Diputados, y aguardaba su tratamiento en el Senado. En realidad, ya había desempolvado el tema cuando se empezó a hablar de que vendrían Los Rolling Stones. “Hay que tener en cuenta que tanto los Stones como U2 vinieron no por dinero sino por el placer de tocar acá. Por poner un ejemplo, sólo en un concierto indoors de su gira americana, los Stones ganan más por merchandising que por lo que se llevaron de acá en los dos River”, justificó después. Si se cumple la lógica Grinbank, la exención del IVA podría abrir la puerta para que desembarque una mayor cantidad de espectáculos internacionales por estas tierras.

Capitanich defendió la sanción de la ley argumentando que “el costo incremental del alquiler de las salas y los costos de los instrumentos que son en su mayoría importados, más los impuestos municipales y provinciales, hacían muy gravosa la actividad”. La oficialista Vilma Ibarra, por su parte, destacó que el montaje de los espectáculos musicales “es especialmente gravoso en las provincias”.