El estreno simultáneo invita a poner a Patoruzito 2 al lado de Cars. Mejor no hacerlo: sería como que Alemania o Argentina jugaran la final con Togo. No se trata de una simple diferencia técnica o de poderío económico. Si fuera por eso, Ghana no debería poder competir con Brasil. Y sin embargo bien que le hizo partido, acudiendo al simple expediente de jugar al fútbol. Que de eso se trata, de jugar al fútbol. O al cine, que para el caso es lo mismo. Cars (ver págs. 30/31) es una película, entendiendo por esto una historia bien escrita, una narración estructurada, personajes desarrollados y formas cinematográficas adecuadas para narrarla. En su berretismo esencial y anticinematográfico, Patoruzito 2 parece un sketch de Todo X 2$. Pero nada gracioso, y estiradísimo.

Escrita y dirigida por el mismo realizador y guionista de la primera (José Luis Massa y Jorge Axel Nacher, respectivamente), La gran aventura traslada al indiecito a la capital, con una excusa tan débil como patriotera: participar de un desfile nacional. El pequeño tehuelche viaja estilo Campanelli, a bordo de un camión y en compañía de Isidorito, la Chacha, Ñancul, Upita y el mismísimo Pamperito, a lomo del cual deberá desfilar por la 9 de Julio. En la Patagonia dejó a Malén. Que, dado el apuro del libro, pasa de conocida a novia en una sola escena. En la capital aparece una bruja, Jiuma (voz de Norma Aleandro), sin que la narración se haya tomado el trabajo de generar algún verosímil para justificar esa aparición. Por alguna razón tampoco explicada (porque es bruja, se supone), Jiuma quiere generar el caos en la ciudad. Y de paso, recuperar la juventud, como le sucedía a su congénere de Blancanieves.

La garante de la juventud parecería ser un hada llamada Limay, que vive en una casa encantada junto con monstruos varios y el fantasma Benito (voz de Julián Weich). Benito se hace amigo de Patoruzito, Jiuma secuestra a Limay y se refugia en el Teatro Colón. Tras la batalla final, el indiecito se dará el gusto de participar del desfile, en medio de un relajo de banderas argentinas, que multiplican por varias cifras los 8 segundos de exhibición de la enseña patria que una senadora quiere imponer por ley a las películas locales. De hecho, P2 da a pensar que tal vez sería práctico instrumentar un sistema (“Cuota de Bandera”, podría llamarse) por el cual, si una película multiplica al infinito el segundaje total exigido por la senadora (el caso de ésta), el resto de la producción anual quedaría exceptuada. Y problema solucionado.

Dada la profusión de banderas, no extraña la gran cantidad de menciones a la patriótica Radio 10 que se hacen en la película, junto con chivos de yerba mate Taragüí, bizcochitos 9 de Oro, Correo Argentino y Banco Provincia. Algo mejor técnicamente que su predecesora, P2 es sin embargo peor en todo lo demás. Más chapucera, pobre y descuidada aún. Si es que algo así puede concebirse. Manuelita, volvé, eras genial.

3-PATORUZITO 2, LA GRAN AVENTURA

Argentina, 2006

Dirección: José Luis Massa.

Guión: Jorge Axel Nacher.

Voces de: Lucila Gómez, Lionel Campoy, Norma Aleandro, Julián Weich, Noemí Morelli, Gonzalo Urtizberea y Damián Dreizik.