Al día, se declara Liliana Vitale desde el título de su último, muy reciente disco, que es también un DVD bellamente propuesto y editado, con imágenes que registran la hechura de estos nuevos temas, y que logran hacer foco en la poesía y la música, sumando algunas sugerencias plásticas. Esa es, justamente, una de las grandes búsquedas –y hallazgos– de esta cantante: poner el foco en la poesía y en las palabras desde la música, poner al descubierto y dar la relevancia justa al material del que está hecha la música popular. No por nada la apertura es con “Me caigo y me levanto”, el texto de Julio Cortázar al que ella le saca música, recitándolo y haciéndolo sonar con un cajón como único instrumento. De estas bellezas está hecho este material que la cantante presentará hoy a las 21 en la sala Siranush (Armenia 1353), junto a la banda que también da forma y define este nuevo material: Facundo Guevara y Ana Ponce en percusión, Eliana Liuni en vientos, Quique Ferrari en contrabajo, Mariano Delgado en guitarra. Al igual que en el registro, habrá invitados cercanos a la cantante: Verónica Condomí, Emme, Lito Vitale, en cuyo estudio se grabó este trabajo (su amiga y cuñada, su sobrina y su hermano, respectivamente). Su hijo, Juan Belvis, aportó también arreglos y la realización del DVD; por allí está también la cubana Yusa como invitada, y un viejo amigo, Alberto Muñoz, en la autoría de algunos temas. “Un amigo, compañero, maestro y una fuente de inspiración y consulta constante”, amplía Vitale.

“¡Para mí es lo normal!”, se ríe la intérprete y compositora ante la observación de la red familiar y de amigos siempre a mano. “No hay nada de extraño en esto y sí una mirada amorosa que dan los años y los kilómetros para poder ver el tesoro que es la familia que tengo. Cantar con Vero y sumarla a Emme fue una preciosura, sumar además el arreglo de voces de mi hijo Juan... Un placer total.” El trío de voces femeninas interpreta una versión que es todo un redescubrimiento de un tema de Jaime Roos, “Tu laberinto”, y Vitale va sumando su piano en otros como el hermosísimo “El pájaro que se eclipsa”, una música suya sobre una poesía de Henri Michaux, que parece ir pintando cada imagen que describe, con el pincel melódico justo para cada verso. “Animal tierno y fácil”, ese gran descargo existencial de Horacio Fontova, la luminosa “Buen día, día”, de Miguel Abuelo y “Jardín de gente”, de Luis Alberto Spinetta, forman también parte del repertorio elegido e interrogado –porque ésta parece ser la actitud al trabajar cada tema– por Vitale.

“Este momento está realmente dedicado a la maravilla de compartir la música con los músicos. Descubrí la magia de la comunicación con la gente en la música y el canto junto al Nono Belvis y a Bam Bam Miranda, que me acompañaron y me enseñaron en los primeros años de mi camino solista; a ellos está dedicado este trabajo, y en ellos a todos los músicos que dejaron su marca en cada canción”, dice Vitale, y contagia su entusiasmo. Gran parte del repertorio de Al día está formado por canciones que la cantante ya grabó, en diferentes etapas de su carrera. “Las versiones actuales con esta nueva formación respetan el legado de esas huellas que dejaron todos los músicos con los que toqué en diferentes etapas y que ya forman parte de las canciones”, advierte.

–¿Por qué esta vez quiso sumar imagen a la propuesta?

–Justamente, no tenía nada de material bien filmado, y sí había algunas cosas sueltas en YouTube. Antes de ponerme a buscar las pocas veces que estuve en la tele, en Badía o en el programa de mi hermano, me pareció lindo mostrar el presente de este modo. Con un repaso de cada disco y algunas palabras de los poetas para ponerse al día. En este punto fue fundamental el trabajo de filmación y edición, hecho por Marcha Lenta, Juan Belvis, Diego Laber y Manuel Díaz Carrasco. Estoy orgullosa del resultado que lograron con no muchos elementos técnicos y mucha creatividad.

–¿Qué significa para usted ser cantante popular?

–En estos tiempos se resignifica una vez más eso de ser cantante popular. Encontrar la voz en la comunicación con el que está recibiendo siempre fue una certeza para mí. Nada fue lo que premedité, más bien tuve que saber ver qué me decía lo que sucedía. Y hoy en este repaso diurno sobre el material renuevo los votos y arrimo la posibilidad de actualizar esa comunicación con otras generaciones.