Buenos Aires fue la ciudad donde la española María Bayo cantó en vivo una zarzuela por primera vez. La escena tiene, para ella, un valor fundante: “Fue en el Teatro Colón, con Doña Francisquita, de Amadeo Vives. Una producción muy hermosa, firmada por Emilio Sagi, y que canté con Raúl Jiménez. Venía de España, de grabarla con Alfredo Kraus. Haber representado en escena esta zarzuela en el Teatro Colón, donde fue aclamada por un público tan entendido como entusiasta, ha sido un recuerdo imborrable en mi carrera”. Ahora, erigida en una de las máximas intérpretes actuales del repertorio barroco y con una nueva pasión por la canción de cámara española y latinoamericana, regresa para presentarse hoy, a las 20, en La Usina (Pedro de Mendoza y Caffarena), con la organización y el patrocinio del Centro Cultural de España, la Oficina Cultural de la embajada de ese país y la Cámara Española de Comercio. Y, también, para participar, mañana, de uno de los eventos más extraños –y promisorios– que puedan imaginarse: el lanzamiento de un festival de ópera en una isla del Tigre, capitaneado por Michal Znaniecki, un director de escena polaco que se enamoró de la Argentina y que, casi como símbolo, estrena allí, en una glorieta de la isla exquisitamente transformada por su equipo artístico, un espectáculo sobre Gombrowicz, ese otro polaco anclado en Buenos Aires.

En su concierto en La Usina, Bayo se presentará junto al pianista Rubén Fernández Aguirre e interpretará canciones de George Bizet, Antón García Abril, Ernesto Lecuona y Joaquín Turina. “El programa actual se ha confeccionado como es habitual para mí”, aclara la soprano. “Una primera parte europea y una segunda parte con autores en lengua española. Deseaba volver a esta ciudad y me encantaría, en algún momento, poder hacerlo con una ópera, pero como eso por ahora no es posible, muestro en este recital de cámara otra faceta artística, que quizá sea menos conocida, pero que he cultivado siempre a lo largo de mi carrera.” Ganadora del Premio Nacional de Música en 2009 y destacadísima intérprete de un repertorio que abarca desde Cavalli y Händel hasta Stravinsky, María Bayo, que acaba de cantar en el Teatro Solís de Montevideo, agrega: “En España, Francia y Alemania he cantado últimamente mucha música de Carlos Guastavino, que me encanta. Me parece un compositor extraordinario y estoy estudiando, también, Ginastera, para cantarlo en próximos conciertos”.

La presentación de Opera Tigre, por su parte, contará, además de con esta notable cantante, con varias estrellas. Las actrices Marilú Marini y Teresa Floriach Devant, el iluminador Bogumil Palewicz, el bandoneonista Pablo Mainetti, el director de la Opera de Bilbao, Jon Paul Laka, devenido acordeonista, los bailarines Andrés Ro-sso y Damián Malvacio, la coreógrafa Diana Theocharidis y, desde ya, Znaniecki, son parte de una obra en la que la viuda de Gombrowicz devela al escritor, a través de la decisión de publicar Kronos, su diario secreto. Este texto, recién editado en Polonia –donde se convirtió en impensado best-seller a causa de sus aspectos más escandalosos–, es una suerte de desapasionada lista de encuentros sexuales, durante su prolongada estadía porteña. Znaniecki, que dirigió en el Colón el Hagith de Szymanowski y, en el Argentino de La Plata, la puesta de Eugene Oneguin, de Tchaikovsky, que luego viajó a Poznam, Cracovia, Bilbao, Montevideo y que el año próximo estará en el San Carlo de Nápoles, tituló su obra sobre Gombrowicz Kronos, una calma erótica. Bromea, por supuesto, con la imagen de Fitzcarraldo, recordando la llegada del piano de cola a la isla. Y es que hasta hay un espacio con ese nombre, en el increíble predio de seis hectáreas donde se levantarán salas de ensayo en el medio de la selva. La presentación, con entrada libre, tendrá lugar durante toda la tarde de mañana, a partir de las 14.30 y hasta las 20.30, y se podrá llegar con las lanchas de la Interisleña que vayan hasta el muelle Las Cañas, en la intersección de los arroyos Espera y Gélvez. Allí habrá talleres para actores y músicos y actuarán, también, Gabo Ferro, el ensamble Tropi, la pianista Haydée Schvartz, el actor y cantante Nacho Gadano, Cecilia Milone, el pianista Rubén Fernández Aguirre y los cantantes líricos Daniela Tabernig y Enrique Folger.