Si el Concilio de Trento, a mediados del siglo XIV, tuvo, como una de sus consecuencias, un nuevo estilo musical, con una utilización de la polifonía más moderada que la usual hasta entonces, con el fin de que los fieles pudieran entender mejor el texto, los efectos del Concilio Vaticano II, cuatrocientos años después, no fueron menores. En 1962, la Iglesia Católica Apostólica Romana admitió la utilización en la misa de lenguas diferentes al latín. Y un año después, esa decisión tuvo una de las derivaciones artísticas más perdurables que puedan imaginarse: un santafesino llamado Ariel Ramírez compuso la Misa Criolla.

La obra fue registrada en 1964 por el sello Philips, con la participación del grupo Los Fronterizos, del charanguista Jaime Torres, Raúl Barboza en acordeón, Luis Amaya en guitarra, el Chango Farías Gómez en percusión, un grupo de instrumentos regionales, dirigido por Ramírez, y la Cantoría del Socorro, que conducía el padre Jesús Segade. Estaba dedicada a dos monjas alemanas, Elisabeth y Regina Brückner, que durante el nazismo habían ayudado a prisioneros de un campo de concentración dándoles alimentos. El disco, que incluía en su segundo lado otra composición, Navidad nuestra, se convirtió en un éxito sin precedentes. Y la Misa Criolla fue grabada varias veces más, las más destacadas contando con el tenor José Carreras como solista y, años después, con una notable interpretación de Mercedes Sosa como voz principal.

El domingo a las 11, dentro del ciclo Intérpretes Argentinos del Teatro Colón, el ensamble vocal instrumental MusicaQuantica Voces de Cámara interpretará en esa sala la Misa Criolla, rindiéndole homenaje, precisamente, al cincuentenario de su composición. El concierto, que tendrá entrada gratuita (se retiran mañana), se completará con obras de Johann Sebastian Bach, Felix Mendelssohn, Olivier Messiaen, Benjamin Bri-tten y Eric Whitacre. MusicaQuantica, que fue fundado en 2006 por su actual director, Camilo Santostefano, ha sido seleccionado como único coro de América latina para representar a la región en el 10º Simposio Mundial de Canto Coral, que se realizará en Seúl, Corea del Sur, en agosto próximo. Entre sus antecedentes cuenta con cuatro premios nacionales y quince internacionales, obtenidos en Francia, Austria e Italia, entre 2012 y 2013, siendo además finalista del Gran Premio de Europa de Canto Coral, cuyo certamen se llevó a cabo en Arezzo, Italia. La agrupación ha sido declarada de Interés Cultural por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y se ha presentado, además de en el Colón, en el Gran Rex (para el ciclo Conciertos del Mediodía del Mozarteum Argentino) y La Usina del Arte, de Buenos Aires, el Teatro Argentino, de La Plata, y el Auditorio Juan Victoria, de San Juan.

Realizó en 2012 y 2013 dos giras europeas, durante las cuales ofreció 32 conciertos en ciudades de Francia, Alemania, Austria e Italia. Y este año ha sido invitado a participar del Concurso Internacional de Habaneras y Polifonía, en Torrevieja, España; del Certamen de Música Contemporánea Béla Bártok, en Debrecen, Hungría, y del Simposio Mundial de Canto Coral, en Seúl, Corea del Sur.