Viernes, 1 de agosto de 2014 | Hoy
MUSICA › EL JUJEñO BRUNO ARIAS Y LA RIOJANA BRUJA SALGUERO
Referentes de una generación que le dio nuevos aires a la música folklórica, el jujeño y la riojana brindarán un show al que han denominado Madre Tierra. Entre vidalas chayeras y huaynos, los dos artistas invitarán a tomar conciencia y “respetar la naturaleza”.
Por Sergio Sánchez
Ambos migraron de sus provincias de origen y se instalaron en Buenos Aires para intentar proyectar su música a todo el país. Los dos sienten un profundo apego por la tierra y trasladan esa filosofía a cada instancia de su vida. El jujeño Bruno Arias y la riojana Bruja Salguero, referentes de la última generación que refrescó la música popular argentina, celebrarán hoy el Día de la Pachamama en un concierto en formato dúo en el que prometen conjugar sus raíces folklóricas. “Nos interesa difundir esta ceremonia y más en estos tiempos en donde no se vive en armonía con la madre naturaleza –sostiene Arias–. Hay que respetarla y tomar conciencia de todo el daño que estamos haciendo, como el saqueo de los recursos naturales. O la asignatura pendiente con los pueblos originarios.” El concierto, denominado Madre Tierra, será hoy a las 21 en ND/ Teatro (Paraguay 918).
La juntada entre ambos músicos es muy reciente. Si bien ya se presentaron este año en otros sitios, será la primera vez que realicen un concierto conjunto en territorio porteño. El primer encuentro que tuvieron fue en noviembre del año pasado en el Teatro del Viejo Mercado, durante la presentación del Festival de La Chaya. “Bruno se acercó y me pidió el celular para ‘organizar algo en el futuro’. Estos tipos de pedidos entre colegas suele ser habitual, pero casi nunca se concretan”, se ríe Salguero. Luego, se volvieron a cruzar en el Festival de Cosquín de este año y en el ciclo federal Generación XXI. Y todo se fue encaminando. Sin embargo, el de ND/Teatro no será el primer concierto de la dupla. Cuenta Arias: “Nunca habíamos tocado en vivo, pero en estos días ya hemos hecho tres recitales. Uno fue en apoyo a los obreros de Emfer y Tatsa, de General Paz y Migueletes, quienes pelean por sus fuentes de trabajo. El otro show fue en Ledesma, en El Triángulo, una toma de tierras en donde hace tres años hubo una fuerte represión y murieron cuatro personas. Al otro día hicimos un recital en mi pueblo, en El Carmen, en la escuela técnica, para ayudar a que los alumnos recauden fondos para la clásica carroza del Día del Estudiante”.
De esta manera, le dieron forma a un concierto en el que transitarán por ritmos “madres” de ambas provincias. Por eso, habrá tanto vidalas chayeras como huaynos, sayas y carnavalitos. Y el repertorio incluirá, entre otras, a “Dorotea la cautiva” (Félix Luna y Ariel Ramírez), “Canción del brujito” (Peteco Carabajal), “Guanuqueando” (Ricardo Vilca), “Olor a Carnaval” (Lucho Cardozo), chacareras populares recopiladas por el Chango Farías Gómez y algunos temas propios, como la saya “Sol de los Andes” (con música de Arias y letra del Kolla Mercado) y “Caminantes” (Arias). “Buscamos temas que sean populares”, sintetiza Arias. “Hace un par de meses empecé a estudiar bombo. No me animaba a tocar en vivo, pero Bruno me envalentonó”, adelanta Salguero, quien sumará el nuevo instrumento y promete que habrá lugar para el Carnaval de La Rioja.
–Teniendo en cuenta que viven en la ciudad, ¿cómo se relacionan con la tierra, con la Pachamama, y con su lugar de origen?
B. A.: –El show justo cae en el mes de agosto. En Buenos Aires muy pocos saben que durante todo agosto se le realizan ofrendas a la Pachamama en diferentes lugares del norte. Son costumbres que vienen pasándose de generación en generación y tienen mucho que ver con el pensamiento y la cosmovisión indígena. Nuestro compromiso es difundir esta celebración. Porque todos somos parte de esta ceremonia. La Pachamama tiene que ver con los elementos: el sol, el agua, la tierra y el aire. El sol sale para todos. Necesitamos de esas cuatro partes para vivir. Este es el mes donde la tierra está más fértil y tiene una energía especial. Se hace un pozo en la tierra –primero se le pide permiso a la Madre Tierra– y cada uno le ofrece lo que consume, bebidas, cigarrillos, verduras. Es una devolución a todo lo que te da durante el año.
B. S.: –En La Rioja se celebra poco el Día de la Pachamama el 1º de agosto. Pero nuestra fiesta madre, en agradecimiento a la tierra, la hacemos en febrero, en La Chaya. Hay algo fundamental que nos estamos debiendo: que todos los niños y niñas del país tengan la posibilidad de conocer en las escuelas estas costumbres. La historia no nos cuenta ciertas cosas. En La Chaya se usa la harina, como símbolo de fertilidad, y el agua, que escasea en la provincia. “Falta para beberla, pero sobra para chayar”, escriben los poetas. Son fiestas que vienen desde hace muchísimos siglos. En La Rioja todos los chiquitos saben cantar o bailar una chaya. Pero en Capital desconocen todo eso. Así como en el colegio celebramos fiestas foráneas, como Halloween, sería bueno que el Día de la Pachamama los chicos hicieran un pocito para ofrendar a la tierra. Es una forma de brindar herramientas, para que ellos luego elijan.
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