El holandés Louis Andriessen, uno de los músicos más originales y creativos de la escena surgida a partir de las vanguardias europeas de mediados del siglo pasado –se formó con Kees Van Baaren, el introductor del dodecafonismo en ese país– y del efecto producido en ellas por el minimalismo, compuso La materia entre 1985 y 1988. Como en muchas de sus obras utiliza patrones rítmicos inspirados en el jazz y, en particular, el boogie-woogie. Figura tutelar de toda una generación de compositores -entre ellos los asociados con el grupo estadounidense Bang on a Can- en esta obra, que a partir de hoy a las 20.30 se presenta, en estreno sudamericano, en el Teatro Argentino de La Plata, rompe con la idea de la secuencia argumental.

Con un elenco encabezado por la notable soprano argentina Oriana Favaro y el tenor inglés Robin Tritschler, participarán también la actriz Analía Couceiro, el grupo vocal Nonsense y, junto a la Orquesta Estable del Teatro Argentino, el cuarteto de saxos español Sigma Project. La dirección musical es de Peter Rundel y el director de escena es nada menos que el también compositor y autor teatral Heiner Goebbels, de quien se vio la genial Eritjaritaka en el Festival internacional de la ciudad, en 2011. En esta ocasión, Goebbels coordinó un grupo de personas convocado por el Argentino, que trabajó en las distintas secciones de la obra. Edgardo Mercado estuvo a cargo del diseño coreográfico de la Escena III, Minou Maguna y Andrés Denegri fueron responsables de puestas de video en las Escenas I y IV y Matías Sendón participó en la iluminación.

Compuesta como cuatro partes independientes, con un orgánico de soprano, tenor, dos oradores, ocho voces y una atípica orquesta, De Materie reflexiona sobre las conexiones entre la materia y el espíritu. Los textos, cantados o leídos, están extraídos de distintos momentos históricos de los últimos ochocientos años: la Declaración de la Independencia de Holanda, de 1581, un libro sobre construcción naval publicado en 1690, un ensayo filosófico y científico de 1651, la visión religiosa y erótica de una monja del Siglo XIII, un manifiesto sobre historia del arte; una nota privada sobre Piet Mondrian y diarios de Marie Curie. En rigor, los protagonistas son más las ideas que los personajes y la obra se constituye en una suerte de ensayo musical acerca de la relación entre pensamiento exacto, intuición artística y emoción.