“Caprichosas las canciones/ me abren su gran corazón/ la música es mi chica caprichosa/ que cuando no toco el piano/ me manda al infierno”, canta Fito Páez en “Si es amor”, el tema que abre su próximo álbum, Rodolfo, con salida programada para la última semana de agosto. Pero no hay riesgo, por ahora, de que la música lo mande a ninguna parte, porque el nuevo álbum es, precisamente, sólo de piano y voz. El primer adelanto público de Rodolfo fue el miércoles por la noche, ante una Trastienda ambientada especialmente para grabar el concierto: Páez le cantó el “que los cumplas feliz” a MuchMusic, la señal musical que por estos días festeja 15 años en las pantallas de la Argentina. El rosarino tuvo como invitados a Pity Alvarez y a Vicentico, además de sus “cumpas” Carlos Vandera y Gonzalo Aloras, para un Intimo e interactivo que se verá por MuchMusic el 29 de septiembre.

En el centro de La Trastienda se había acomodado una tarima sobre la cual estaba el negro piano de cola de Páez. Los invitados y los ganadores de un concurso del canal rodeaban ese vórtice que atraía las miradas cada vez que Páez cortaba la dinámica de programa de tevé –con copetes y entrevista de Maitena Aboitiz– y se ponía a hacer lo que mejor le sale: música. Vestido casi como un miembro de The Strokes (zapatillas de lona, jeans, remera verde y saco a rayas), arrancó con “Si es amor”, mientras en un costado los productores respiraban aliviados: el siempre volátil Pity Alvarez, genio y figura de Intoxicados, había llegado a tiempo. Ajeno a eso, Páez continuó con “Al lado del camino” y “Eso que llevas ahí”. En el clásico “11 y 6”, cuando el público comenzó a cantar y a marcar el ritmo con las palmas, el músico paró para decir: “No, sigan con las voces que están bárbaras, el tempo lo marco yo”. Como suele hacer, encadenó esa canción con la otra que tiene al mismo protagonista, “El chico de la tapa”. El final del primer bloque fue con la participación de Pity: como un Tom Waits del suburbio, el ex Viejas Locas raspó los versos de “Cable a tierra”, que adquirieron otra profundidad en su voz: muy fuerte escucharlo cantar “si ya metiste demasiado en tu nariz”...

Después de una pausa por los tiempos televisivos, pero que en realidad vino bien para recuperarse ante la emoción, Páez retornó con el mismo buen humor que antes: “¿Arrancamos ya? ¡Lo mismo me decían mis ex mujeres!”, bromeó, fuera de cámara. Pero no hubo música por un rato, sino una amable entrevista –al fin y al cabo, se trataba de un festejo– en la que el rosarino habló del amor, los hijos, el piano y la composición. Cuando volvió a tocar las teclas, fue para una notable versión de “Desarma y sangra”, canción de Charly García a la que definió como “una de las más hermosas de la música argentina de todos los tiempos”. Luego fue el turno de “Parte del aire”, “Normal 1”, con Aloras y Vandera, y la flamante “El cuarto de al lado”, que habla sobre sus hijos. Las otras novedades de la noche fueron los instrumentales “Nocturno en sol +” y “Waltz for Marguie”. Tras emocionar con “Tumbas de la gloria”, Páez estuvo al borde de la sobreactuación en una versión a capella (y de pie) de “Vengo a ofrecer mi corazón”, que cerró otro bloque del Intimo e interactivo. La última parte, con el cantante luciendo una remera amarilla de Rosario Central, fue un magnífico dueto con Vicentico, quien cantó “Giros” como si le perteneciera. “Dar es dar” y “Mariposa tecnicolor” fueron las frutillas sobre la torta, que en la noche del miércoles tuvo 15 velitas.