El miedo es la ideología natural del amor paterno. En Bilbao, en los grises años ‘70, ante la llegada de un extraño, un niño pregunta a su madre: “¿Quién es ese hombre?”. La brevedad de la respuesta es inversamente proporcional a la tensión que brota en el aire: “Es papá”. No es un invento más o menos verosímil de un escritor demasiado consciente de la tradición que el tópico del padre ha cosechado en la literatura anglosajona y española. La historia es real. Ese extraño que irrumpe en la vida cotidiana del niño es un marino mercante que ha trajinado las mil y una aventuras. Fernando Marías obtuvo el Premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral, dotado con 30 mil euros, con la novela autobiográfica La isla del padre. Se trata de una obra escrita a partir de la desaparición del padre del narrador, un conjunto de anécdotas, recuerdos, reflexiones y pensamientos, a la vez un homenaje a la lectura y una indagación en el azar y las cosas que pudieron haber sucedido. En palabras de Marías, el objetivo es “tirar junto a mi padre muerto del hilo invisible de una palabra jamás pronunciada”.

Marías (Bilbao, 1958) decidió narrar sobre su padre, Leonardo, y la peculiar relación que había tenido con él, cuando en junio de 2009 le diagnosticaron al padre un cáncer de estómago. “La última expresión de mi padre antes de morir me resolvió a escribir y, durante la escritura, su energía permaneció conmigo. Viajamos juntos por el sentimiento y la memoria. Fui feliz escribiendo de la muerte y salió un libro de vida”, plantea el autor de las novelas La luz prodigiosa (1991), El niño de los coroneles (2001), con la que ganó el Premio Nadal; La mujer de las alas grises (2003) y El mundo se acaba todos los días (2005), entre otros títulos. El narrador recupera la mirada del niño que fue y cómo imaginaba otros oficios posibles para ese progenitor escurridizo.

La novela de Marías se ha impuesto entre los 795 manuscritos presentados, de los cuales 332 procedían de España y 104 de Argentina, entre otros países. La editorial Seix Barral publicará La isla del padre el 3 de marzo en España y después en toda Latinoamérica. El jurado del premio –integrado por José Manuel Caballero Bonald, Pere Gimferrer, Manuel Longares, Elena Ramírez y Rosa Regàs– ha destacado que “entre el remordimiento y la lucidez” el escritor “ha sido capaz de abordar un itinerario a través de la memoria y de la sombra del padre en busca de su propia identidad”. La editora Elena Ramírez recuerda que hay muchas novelas sobre la pérdida del padre, “una literatura del dolor, en la que uno se pone en riesgo a sí mismo, en la que la primera persona se desangra”, y que ésta es la “esencia” del libro premiado.

El narrador de La isla del padre cuenta cómo va tejiendo una relación paterno-filial que arranca con un “miedo mutuo”, después de que su progenitor regresa de uno de sus largos viajes. “Sin infancia, no somos nada”, afirma Marías, guionista de cine y televisión. “Los primeros años son cruciales, determinantes para que acabemos siendo quienes somos. Yo vengo de aquel niño y, con el devenir de los años, voy de nuevo hacia él. Ojalá pudiera vivir, aunque fuera un solo día, la luz especial de aquella época.”