La riqueza textual de la poesía atraviesa el país en un abrir y cerrar de ojos, a la velocidad de un click. No alcanzan los dedos de las manos para contabilizar los festivales que se organizan de norte a sur, de este a oeste; una liberación del lenguaje que contagia y reúne lo diverso y lo lejano, racimos de poemas que se comparten en voz alta, como hojas arrastradas por el viento. El Festival de Poesía Contemporánea “Sumergible” empieza hoy en el Centro Cultural Macedonio Graz (Lamadrid esquina Güemes) en San Salvador de Jujuy. La cuarta edición, que terminará el próximo domingo, contará con la participación principal de las poetas jujeñas Estela Mamaní y Susana Aguiar, y Osvaldo Aguirre (Buenos Aires). También visitarán la ciudad de San Salvador Carla Vaca, Nicolás Pecci y Fernanda Agüero (Salta); Candelaria Rojas Paz y Blas Rivadeneira (Tucumán); Paula Rivero y Pilar Carranza (Santiago del Estero); Leticia Ressia, Elisa Gagliano y Florencia López (Córdoba); Marina Maggi, Pablo Serrati, Cecilia Gallino y Camilo Sánchez (Santa Fe); Priscila Vallone, Lucas Tolaba y Fabián Leppez (Buenos Aires); y Verónica Raggio y Nay Kibler (Chubut); entre otros poetas. La movida incluye invitados internacionales: Joyce Olavarría (Chile), Melina Regalini (Uruguay) y Franco Osorio Paredes (Perú). La programación desplegará talleres de escritura, de encuadernación, una feria de libros, charlas y debates. No podía faltar la música de Renzo Cecenarro (Catamarca), Nora Benaglia (Jujuy) y la banda de rock progresivo Polvo de Estrellas (Jujuy).

Alejandro López, artista plástico y poeta, uno de los organizadores de “Sumergible”, cuenta a Página/12 que los cambios que se produjeron en la era digital “subvirtieron y trastornaron lo territorial que enmarcaba y determinaba ciertas temáticas y modos de escribir”. “En Jujuy ya no puede pensarse una estética específica en la escritura poética. Sin embargo, hay poetas que, fuera de tomarlas como un legado a seguir, hacen uso de las tradiciones para reciclarlas a partir de los intereses que cada uno tiene. Podemos ver la multiplicidad de temas y una manera de lidiar entre las cristalizaciones del sentido común y la incertidumbre que arrojan sentidos sin sentidos. La manera de recrearse en lo efímero, lo urgente y la inmediatez. Como sabemos, el detalle es conspicuo siempre en la poesía y no debe desestimarse a pesar de lo otro; lo vemos en lo singular de cada escritura poética”. “Sumergible”, el nombre de este festival de poesía contemporánea, remite a múltiples sentidos. López recuerda que siempre le llamó la atención unas líneas que leyó en Las flores del mal de Charles Baudelaire, en el poema “El viaje”: “Sumergirnos en el fondo del abismo, Infierno o Cielo, ¿qué importa?/ ¡Hasta el fondo de lo Desconocido, para encontrar lo nuevo!”. El artista y poeta jujeño precisa que “una poesía sumergible es aquella que puede meterse en lo acuoso de la diversidad, de lo que acontece, y emerger como invención”. “En Jujuy y en el norte de Argentina no existía hasta entonces ningún festival de poesía con estas características. Un grupo de artistas que coincidimos armamos este espacio que posibilitó una instancia de encuentro que tendrá efectos a futuro”.

Desde que empezó en 2012, el festival fue creciendo año tras año. Cada vez más poetas se reúnen en el norte del país para compartir lecturas y una pluralidad asombrosa de pequeños proyectos editoriales. Todos los años se edita y presenta una antología Sumergible. En el cuarto volumen, los organizadores de esta movida poética hecha a pulmón por César Colmenares, Lola Castro Olivera, Daniel Burgos, Alejandro Martínez y Lourdes Ibarra, anticipan que los lectores se encontrarán con “la huella impresa” del intercambio poético. “Los poetas se aproximan desde otros lugares y paisajes, movidos por el mismo destino que hacen presente: arrojar sus cantos en el oído de quien quiera y venga en este Jujuy que Néstor Groppa dibujó entero y para siempre”.

Uno de los poemas más conocidos de Estela Mamaní (Jujuy, 1955), autora de Voy siendo (2002) y Marunayra (2006), ofrece una entrañable melodía: “Los sonidos de la naturaleza/ Todos/ en esta hojita de molle./ Por este borde, el viento/ en esta nervadura, el agua/ más allá, un pájaro/ debajo, la luna/ y en la punta, el sol/ los sonidos/ de esta hojita/ despiertan el alma”. Entre los poemas de Susana Aguiar (nacida en Yala), uno de los que más circula por antologías y redes sociales se titula “Mis poemas”: “Son gritos silenciosos/ que hablan de noche de vigilia,/ de lágrimas contenidas,/ de este inmenso amor que llevo dentro,/ de las heridas del tiempo, de la soledad de los campos”. López explica que en cada edición de “Sumergible” eligen un par de poetas con mucha trayectoria para que puedan hablar en el ciclo “Travesías”, un ámbito de reconocimiento en el que Mamaní y Aguiar reflexionarán acerca de sus experiencias vitales y el trayecto de sus escrituras. “La poesía de Néstor Groppa es un orgullo para Jujuy, puesto que retrató la belleza de esta ciudad y sus paisajes como solo un gran poeta podría hacerlo. Mi admiración por su poesía es grande”, reconoce López y menciona que en esta edición se realizará un homenaje a Tarja, la revista que Groppa creó en Jujuy en 1955 –junto a los poetas Jorge Calvetti, Andrés Fidalgo, Mario Busignani y el pintor Medardo Pantoja–, “la primera revista dedicada al arte que se publicó en el interior del país y que tuvo una gran resonancia”.