La memoria de un sueño en la frontera, el fragor de las pisadas y el murmullo del viento presagian el comienzo de auspiciosas conversaciones sobre libros y lecturas. El sonido amplificado de una frase de un relato de Antonio Di Benedetto –a 30 años de su muerte y a 60 años de la publicación de Zama– regresa como un encantamiento: “Y mi arroyito de voz era el terror afinándose en música al paso por una flauta...” La presencia de la obra de Di Benedetto resulta ineludible en el 5 Festival Nacional de Literatura, que se realizará en San Rafael (Mendoza) del 7 al 10 de abril, con entrada libre y gratuita, en varias sedes de esta ciudad de 200 mil habitantes: la Plaza San Martín, la Biblioteca Popular Mariano Moreno, la Universidad Nacional de Cuyo, el Laberinto Borges-Finca Los Alamos y la Alianza Francesa. La apertura del Filba estará a cargo del escritor Eduardo Belgrano Rawson con la conferencia “La pasión de contar”. Treinta escritores de todo el país, entre los que se destacan Eduardo Sacheri, Luis Chitarroni, Gabriela Massuh, María Teresa Andruetto, María Eugenia Almeida, Oliverio Coelho, Mariana Enriquez, Hernán Ronsino, Tálata Rodríguez, Iván Moiseeff y los mendocinos Mercedes Araujo, Jaime Correas, Gabriel Dalla Torre, Eliana Drajer y Sonnia De Monte, participarán de talleres literarios, lecturas íntimas y debates sobre literatura argentina.

“Di Benedetto en 8 tiempos” combina lectura y música: ocho escritores elegirán su fragmento preferido del escritor mendocino y lo leerán acompañados con la música de Maximiliano Saltalamacchia. La otra actividad enlazada con la obra del autor de Los suicidas y Caballo en el salitral es el panel “La palabra que acecha”, con Gabriela Massuh, Luis Chitarroni y Jaime Correas. El elástico concepto de frontera es uno de los ejes de la programación de este festival, organizado por la fundación Filba. En “Al límite”, Mariana Enriquez, Tálata Rodríguez e Iván Moiseeff recordarán abismos que los han marcado y situaciones extremas. En “Traducir el paisaje”, Sonnia De Monte, Mercedes Araujo y Eduardo Belgrano Rawson hablarán sobre la construcción literaria de una región y sus imaginarios. En “Civilización y barbarie hoy”, Gabriela Massuh, Hernán Ronsino y María Teresa Andruetto retomarán esta dicotomía histórica para indagar de qué modo sigue operando en el presente. En “Una lengua, muchas voces”, Eugenia Almeida, Luis Chitarroni y Gabriel Dalla Torre dialogarán sobre las voces literarias como fronteras geográficas, marcas referenciales o búsquedas estéticas.

La intención del festival –después de pasar por las ciudades de Bahía Blanca, Santa Fe, Azul y Mar del Plata– es que la oferta literaria no se concentre en la región de Buenos Aires. “Estamos felices de alejarnos tanto hasta casi llegar a la frontera con Chile”, admite Gabriela Adamo, la directora del Filba. “Vivimos en un país muy grande y las distancias son enormes. Cuanto más lejos nos vamos, más caro y complejo resulta movilizarnos. San Rafael es una ciudad que no deja de sorprendernos. Ahora tiene dos librerías y hay una avidez enorme por el programa y los escritores que convocamos. En San Rafael y en Mendoza hay muchos escritores, pero tienen pocas posibilidades de editar y hacer circular sus libros”, explica Adamo y revela que el Filba donará libros a la biblioteca del Sosneado –“en donde primero se ve el sol”–, un pequeño pueblo a 140 kilómetros de San Rafael. “Las actividades que llamamos el ‘Lado B’ son las menos tradicionales y las más íntimas, donde tratamos de generar un puente entre los escritores y el público. El autor se encuentra íntimamente con un lector”, comenta la directora. En “1 a 1”, por ejemplo, Oliverio Coelho, Jorge Consiglio y Eliana Drajer leerán ante un asistente del festival un fragmento de la obra de algún autor olvidado. Al igual que el año pasado, el Filbita se sumará a la programación del festival con juegos y lecturas a cargo de Lucila Moyano, una intervención del grupo Susurrantes –poesía y susurradores coordinados por Mónica Montenegro–, un taller de poesía y un encuentro con María Teresa Andruetto.

Una de las sedes del Filba es el Laberinto de Borges-Finca Los Alamos, estancia de la escritora Susana Bombal (1902-1990), que fue muy amiga de Jorge Luis Borges. Bombal transformó la finca en un refugio de poetas y artistas en los años ‘40. Además de Borges, se hospedaron Manuel Mujica Lainez, Raúl Soldi y Héctor Basaldúa, entre otros. Para homenajear a Borges, le había pedido al diplomático inglés Randoll Coate que diseñara un laberinto. Pero las trabas burocráticas no permitieron concretarlo en vida de Bombal. Uno de sus sobrinos nietos viajó a Londres y el anciano Coate le entregó el boceto de lo que había diseñado allá lejos y hace tiempo, en la década del 50. María Kodama respaldó la propuesta y el laberinto –declarado patrimonio cultural– fue inaugurado en junio de 2011. En este espacio, Mercedes Araujo, Hernán Ronsino y Luis Chitarroni convidarán una “Cata de libros” con la idea de probar, oler y mirar literatura, además de degustar buenos vinos.

Como todos los años, el menú se refuerza con un puñado de talleres (que requieren inscripción previa en www.filba.org.ar): el taller intensivo de escritura a cargo de Hernán Ronsino, “Las voces de la otredad”, un taller de poesía de Jorge Consiglio, y el taller de creación y comunicación de proyectos culturales alternativos, dictado por Iván Moiseeff. Habrá noches de poesía y música en vivo con la cantante mendocina Mariana Päraway. “Uno llega a un lugar conociendo muy poco”, dice Adamo. “La sensación es que uno tira de un piolín y empiezan a aparecer posibilidades: nos llaman de escuelas, nos llaman de bibliotecas; hay mucha necesidad, muchas ganas, y tratamos en la medida de lo posible de aprovechar estos cuatro días para satisfacer las demandas. Ojalá que podamos dejar semillas bien plantadas.”