Salman Rushdie, autor de Los versos satánicos, celebró ayer su 60º cumpleaños envuelto en la polémica y es objeto de nuevas amenazas a raíz de la concesión del título de Caballero del Imperio Británico por la reina Isabel II de Inglaterra. La polémica sobre la supuesta blasfemia del libro más conocido del escritor anglo-indio sigue dividiendo a los musulmanes y se ha visto avivada por ese título honorífico, que muchas personas de esa fe consideran una afrenta más a su religión. Dieciocho años después de que el ayatolá Khomeini promulgase una fatwa contra el escritor, instando a los musulmanes a matarlo como castigo por su libro, considerado como blasfemo, un ministro del gobierno paquistaní declaró que la concesión del título justifica la muerte del escritor en un atentado suicida. “Occidente acusa a los musulmanes de extremismo y terrorismo. Si alguien hiciese explotar una bomba contra su cuerpo, estaría en su derecho a menos que el gobierno británico se disculpe y le retire el título de Sir”, declaró el ministro paquistaní de Asuntos Religiosos, Mohammed Ijaz ul Haq, en el Parlamento. El ministro de Asuntos Parlamentarios, Sher Afgan Khan Niazi, calificó a Rushdie de “blasfemo” y dijo que la concesión del título de “Sir” había “herido los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo”. Según el director de la publicación Middle East Economic Survey, Gerald Butt, la concesión de ese título honorífico se interpretará como una “acción calculada para provocar a los musulmanes en momentos de gran tensión y cuando la posición de Gran Bretaña es muy baja en toda la región por la guerra de Irak y su inacción en el tema palestino”. Y según el diario The Times, la Organización para la Conmemoración de los Mártires del Mundo Musulmán, un grupo extremista autor de múltiples atentados, ha ofrecido una recompensa de 150.000 dólares a cualquier persona que consiga acabar con la vida del novelista.