Que un sindicato paralizara a Hollywood fue extraño; dos unions haciéndolo en una rápida sucesión parece una catástrofe. La amenaza de una huelga de actores que podría comenzar la semana próxima está llevando a los estudios de cine y televisión al caos. La disputa contractual, esta vez entre la Screen Actors Guild (SAG) y sus jefes de cuello blanco, la Alliance of Motion Picture and Television Producers (Amptp), está causando lo que los expertos de la industria llaman “una huelga virtual”. Es que se marcaron fechas límite para decenas de grandes proyectos, frente a los crecientes signos de que la SAG, que posee 120 mil miembros, no podrá resolver la disputa con los productores antes del martes de la semana próxima. La mayoría de películas major están siendo suspendidas, o apuradas para ser finalizadas antes de ese Día D. “Nadie hace nada que tenga fecha de finalización más allá del 30 de junio, y nadie comienza nada”, dijo al Hollywood Reporter un abogado que representa a actores. “Esto ya tiene el impacto de una huelga.”

Entre las víctimas de la crisis está Sir Ridley Scott, que postergó la filmación de su remake de Robin Hood, Nottingham, hasta el próximo verano; Martin Scorsese, Peter Jackson y Steven Soderberg se apuran a terminar sus actuales proyectos antes del 1º de julio. Sus films son, respectivamente, Shutter Island –protagonizada por Leonardo DiCaprio–, The Lovely Bones y The Informant. Otras estrellas que tendrán una semana muy ocupada son Will Ferrell (que trabaja en Land of the Lost), Seth Rogen (Observe and Report) y Daniel Craig, el actor de James Bond. El elenco entero de High School Musical 3, GI Joe, When in Rome y Race to Witch Mountain, de Disney, también se apuran a completar sus tomas antes que aparezcan los piquetes.

En la propuesta de la SAG hay casi 70 elementos del contrato que se propone a los grandes estudios que están siendo analizados en el cuartel de Amptp en Sherman Oaks, Los Angeles. Según lo que se dice en los pasillos, las mayores discusiones son alrededor de los pagos por videoclips y fragmentos de películas que se exhiben online, el mismo reclamo que estuvo en el corazón de la pelea de la anterior huelga de escritores. Sin resolución en el horizonte cercano, varios proyectos grandes planean suspender toda filmación y ponerse a trabajar en los efectos especiales durante el tiempo que lleve resolver el conflicto. Así, la secuela de Transformers está a punto de comenzar una pausa programada, junto a Angels & Demons, la continuación de El código Da Vinci.

En la televisión, la temporada de otoño de docenas de shows, que ya fue golpeada por los 100 días de crisis de los escritores, ahora enfrenta un renovado caos. El exitoso Gossip Girl está en la mitad de la filmación de su segunda temporada. Army Wives, Saving Grace, The Closer y Monk también están en el medio de la producción, mientras que 24 decidió no arriesgarse y suspendió un año entero de producción. Suceda lo que suceda, el “verano del descontento” no podría llegar en peor momento para una industria que aún está contando los daños de su primera huelga en 20 años. The Milken Institute, un think-tank económico de California, estimó recientemente que a fin de año las pérdidas superarán los dos billones de dólares y 37 mil puestos de trabajo. “Incluso si la huelga de actores no llega a concretarse, ya hay un impacto económico que afecta a los programas de producción”, dice Kevin Klowden, autor del estudio. “Aun una huelga pequeña frenará la recuperación.”

La pelea ganó más importancia en el círculo sindical porque la liga rival de SAG, la más pequeña Aftra, recientemente cerró sus negociaciones con Amptp. En una disputa propia de Monty Python, ahora SAG advierte a los miembros de Aftra que no respalden el trato. “Nos frustra que las charlas se hayan empantanado porque los líderes de SAG están enfocando sus esfuerzos en interferir el acuerdo de otro sindicato”, dijo ayer James Hiestand, vocero de Amptp. “Los productores están comprometidos con evitar otra huelga dañina e innecesaria, y por llegar a otro acuerdo justo, que mire al futuro”, señaló.

Pase lo que pase, los que quedarán más golpeados serán los actores y el staff técnico. El Actors Fund, una institución de caridad que asiste a empleados de la industria del cine que pasan por malos momentos, señaló ayer que este año ya recibió 800 pedidos de asistencia, cuatro veces más que lo usual. “Usualmente, damos entre 250 y 350 mil dólares de ayuda financiera de emergencia en Los Angeles”, dijo un vocero. “Este año ya llegamos a 1,2 millón. Si se produce una nueva huelga, será devastadora.” George Clooney donó recientemente 25 mil dólares al Actors Fund, pero otros actores de primera línea están haciendo lobby para detener la huelga. Tom Hanks publicó hace poco un aviso a página entera en Variety, urgiendo a ambas partes en disputa a resolver sus diferencias, mientras que T.R. Knight, la estrella de Grey’s Anatomy (otro show que comenzó a filmar esta semana), dijo en una entrevista: “Yo apoyo a mi sindicato, pero tengo esperanzas de que esto se resolverá, porque no es momento para otra huelga”.

El conflicto puede incluso llegar a la arena política. Arnold Schwarzenegger, gobernador de California –y miembro de la SAG–, fue el centro de un caliente editorial en el diario Los Angeles Times, donde se critica su fracaso para intervenir en la disputa. “Ya vimos cómo manejó el tema de la huelga de escritores... francamente, fue una performance bastante afeminada”, señaló.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para PáginaI12.