Lunes, 18 de agosto de 2008 | Hoy
CINE › EL PERIODISTA EMILIO CARTOY DíAZ HABLA DE BOLIVIA PARA TODOS
El telefilm de dos horas de duración, grabado en distintas localidades bolivianas, ayuda a conocer mejor la realidad política y social del país. Podrá verse hoy en el Complejo La Plaza, gratis, en el marco de las charlas públicas de TEA.
Por Oscar Ranzani
Cuando el periodista Emilio Cartoy Díaz fue a filmar a la selva peruana junto a un grupo de sociólogos y antropólogos probaron el masato, una bebida que preparan los indígenas de esa zona. Compartiendo una noche con ellos a la vera del río, Cartoy Díaz comprobó la exquisitez del primer sorbo. En homenaje a esa aventura y a esos indígenas decidió junto a su equipo bautizar a su productora Masato, que, según él mismo señala, trabaja “desde el sur, por el sur y para el sur”, al tiempo que aclara que no se trata de un slogan sino que encierra un profundo contenido de principios sobre los cuales se cimientan sus proyectos. Masato-Radio TEA (tal el nombre completo) fue contratada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para realizar un registro audiovisual de todo el proceso de la Asamblea Constituyente Boliviana que se realizó durante dieciocho meses. Pero las 180 horas que grabó Cartoy Díaz junto a su equipo van mucho más allá de esa solicitud. El resultado es Bolivia para todos, un telefilm de dos horas de duración grabado en distintas localidades del país limítrofe, que permite una comprensión profunda de su realidad política y social. Bolivia para todos podrá verse hoy a las 19 en el Complejo La Plaza (Corrientes 1660) en el marco de las charlas públicas de TEA, con entrada gratuita, pero con capacidad limitada. La idea es que este material circule lo más posible: es por eso que durante esta semana se presentará en el Bajo Flores y la Villa 31, entre otros lugares. Es una oportunidad especial para ver este destacado y prolijo documental (de estética impecable), a una semana de que Evo Morales haya sorteado con éxito el referéndum revocatorio de su gestión presidencial.
Bolivia para todos está estructurado en nueve capítulos, donde se pueden ver las principales políticas implementadas por el gobierno de Morales como, por ejemplo, la prometida –y cumplida– nacionalización de los hidrocarburos, así como la pelea que dan ciertos grupos de poder frente a la medida de redistribución de las tierras improductivas, o bien las luchas intestinas por conservar espacios de poder a través de autonomías departamentales. Cartoy Díaz registró con su cámara a los diversos sectores que componen el mapa político de Bolivia, incluso a los líderes de Podemos (Poder Democrático Social), que “es la derecha más recalcitrante, reaccionaria, una derecha que no quiere perder privilegios, siempre estuvo acostumbrada a gobernar y es la primera vez que no lo hace. Ellos, que gobernaban para el sector agroindustrial, ganadero, agrícola exportador, por primera vez se encontraron con que eso no era posible”, comenta el realizador. Intelectuales como Ernesto Laclau, Horacio Verbitsky, Norberto Galasso, Alcira Argumedo y Rogelio García Lupo, entre otros, también brindan su análisis sobre la realidad boliviana.
Bolivia para todos intenta explicar un tema espinoso: el de las autonomías departamentales. Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija aprobaron hace unos meses sus estatutos autonómicos, a través de plebiscitos considerados ilegales y secesionistas. Precisamente, en el primer tramo del documental pueden verse imágenes de agresiones de la juventud cruceña hacia indígenas y campesinos, combinadas con otras imágenes del plebiscito en Santa Cruz por el Sí a la autonomía. “Indudablemente los grupos que perdieron el poder central, empiezan a potenciar conflictos que eran menores, para generar desestabilización”, señala Cartoy Díaz para ejemplificar el mapa de situación de la Bolivia actual.
Frente a esto, el film señala que la intención de Evo es “por un gobierno para todos”, en la búsqueda de la integración de los distintos sectores, pero sin dejar de lado los principios fundacionales. “Que cada sector de la sociedad tenga su lugar, su pertenencia. Ahora deben ser reglas de juego iguales para todos: ningún privilegio de unos sobre otros”, comenta el realizador. Algunos datos interesantes que se mencionan: en Bolivia hay medio millón de personas que están siendo alfabetizadas y se estima que podría convertirse en el tercer país latinoamericano en declararse libre de analfabetismo. Estos son sólo algunos datos para entender el capítulo “Bolivia por la inclusión”.
En “Por la Redistribución de la Tierra”, el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, denuncia que en Santa Cruz hay haciendas que tienen sometidas en condición de esclavitud a las comunidades guaraníes e impiden el acceso de delegados del gobierno mediante el empleo de armas. Un campesino cuenta que le pagaban con víveres o ropas y que ahora demandan el territorio porque no quieren más esclavitud.
La redistribución de las tierras es precisamente uno de los pilares de las bases políticas del gobierno de Evo Morales. “Hay grandes terratenientes que no solamente tienen tierras apropiadas ilegalmente. ¿Qué significa redistribución de las tierras? No hay una ley de expropiación de tierras, hay una redistribución. El Cejis es uno de los grandes organismos que trabaja en Bolivia y que a través de la cartografía, de la fotografía aérea, compara las parcelas de tierras de los pueblos originarios y cómo fueron invadidos por ganaderos, y cómo fueron expulsados los indígenas porque no había ninguna ley que los protegiera. Esas fotografías sirven para decir: Señor, ¿usted cuántas hectáreas tenía? ‘Tanto.’ ¿Y ahora cómo tiene 2000 más? Hay algunos que se quedaron con 100 mil hectáreas de tierras comunitarias. Entonces, nadie quiere ceder eso. ¿Dónde están los títulos? ¿Quién se los dio? Las ocuparon. Hay tierras improductivas, tierras ocupadas que no tenían ‘dueño’. Y entonces esto es lo que dice Evo: ‘Las tierras improductivas van a ser repartidas’”, explica Cartoy Díaz.
Otro de los ejes de Bolivia para todos es la mención a la nacionalización de los hidrocarburos. El telefilm informa que cuando Morales recibió el gobierno, Bolivia tenía 1700 millones de dólares de reservas internacionales y que en la actualidad tiene más de 7 mil millones de dólares, en poco más de dos años de gobierno. “Durante 25 años, todos, desde Hugo Banzer y Sánchez de Losada hasta Paz Estenssoro, dijeron que si se tocaban los hidrocarburos, las empresas petroleras iban a producir desabastecimiento y se iban a retirar. Esto es mentira”, recuerda Cartoy Díaz.
Uno de los últimos capítulos es “Por el derecho a la información”, donde puede observarse que muchos medios se pusieron prácticamente “en cadena” para atacar tanto el proceso de transformación como la misma figura de Evo, funcionando directamente como grupos opositores. “El diario El Deber de Santa Cruz o los canales de TV responden a conglomerados económicos que incluyen bancos, empresas exportadoras; están vinculados a los hidrocarburos, a la soja, a la explotación ganadera. No son empresas de comunicación. Son multigrupos vinculados a la producción, a la economía”, concluye Cartoy Díaz.
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