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¿Cómo otorgarle espacio al cine independiente en formato de cortometraje? Este fue el interrogante sobre el cual comenzaron a trabajar la directora de cine Verónica Martín y la historiadora del Arte de la UBA Marlene Nördlinger, desde la época en que vivían en Berlín. Buscando facilitar el camino a los jóvenes realizadores, crearon el Festival Binacional argenKINO, a través del cual los cineastas argentinos seleccionados van a filmar a esa ciudad alemana y los realizadores germanos vienen a dirigir su corto a la Argentina. Una vez realizada la primera etapa con éxito, actualmente está en Buenos Aires la cineasta Carolin Saavedra Lux, quien rodó Algunos las prefieren gorditas durante dos días en la ciudad. El guión pertenece a la argentina Florencia Fernández Feijó y se estrena este sábado a las 19 en el Malba (Figueroa Alcorta 3415).
A la hora de pensar las diferencias con otros festivales, Nördlinger subraya que argenKINO “es un intercambio cultural: nuestro slogan es ‘descuartizando el cliché’, porque nuestra experiencia tenía que ver con los clichés que ambas ciudades tenían sobre la otra cultura”. Además, la directora del festival sostiene que la idea también es “abrir espacios de exhibición del cortometraje, para poder defenderlo como un formato autónomo y no como un ejercicio de estudiantes. Nosotros tenemos, además de trabajos de jóvenes –que lo hacen seguramente como una cuestión económica, porque el corto es el recurso que usa la gente cuando recién se empieza–, también mucha gente que solo hace cortos por una decisión. Eso también lo incorporamos”.
La historia de Algunos las prefieren gorditas gira en torno de un ex prisionero que, a través de un plan de inserción impulsado por el gobierno, consigue un trabajo de guardia de seguridad en un museo. Durante su primer día de trabajo, queda muy impactado con el cuadro Venus de Rubens. Posteriormente, entra en escena una joven francesa mochilera muy similar, según la percepción del protagonista, a esa Venus. Se enamoran y viven un romance apasionado pero, con el correr del tiempo, la historia entra en una zona oscura. Saavedra Lux tiene la respuesta a flor de piel sobre las diferencias de filmar en Argentina y en Alemania: “Lo que más me llamó la atención de acá es que todo el mundo hace de todo un poco y allá la gente es mucho más especializada. O sea, si es un editor, sólo edita; si hace cámaras, sólo es camarógrafo. Aquí un productor a veces se pone a trabajar de editor, de director, y así”. Según la cineasta alemana, esta modalidad “tiene sus partes buenas y malas. Es bueno porque hay más dinámica. Es más abierto y la gente es más flexible en su función. Pero lo malo es que la tarea de un camarógrafo, por ejemplo, no la dominan tanto, como lo haría un especialista”. Para Saavedra Lux, “acá son más creativos y allá son más precisos en cuanto a edición y sonido”.
La primera etapa de argenKINO consistió en una muestra competitiva de cortos argentinos realizada en Berlín el año pasado. Allí, un jurado integrado por destacadas figuras de la cultura como Osvaldo Bayer y Peter Schumann eligió como la mejor producción a Eclipse, de Martín Subirá y Lautaro Santos, y como “mejor cámara”, la labor realizada por Adrián Luna en El hombre contrapicado. Los tres accedieron a filmar el corto Santa Berlín, con equipos técnicos alemanes. Esta segunda etapa de argenKINO tuvo la misma modalidad: una competencia de cortos alemanes celebrada en Buenos Aires. En esta oportunidad, el jurado estuvo integrado por Manuel Antín, Eduardo Grüner, Inge Stache, Hugo Colace, Paula Grandío, Gabriel Patrono y Sofía Mora. Como el realizador ganador no pudo hacer uso de su premio, entonces el galardón recayó en Medea, el corto que presentó Saavedra Lux y que la habilitó a filmar Algunos las prefieren gorditas en esta ciudad.
A través de argenKINO se busca vincular ambas culturas desde distintos aspectos: “Uno de ellos es la circulación del material”, explica Nördlinger. “A partir de eso, se da la posibilidad de ver en el otro país un tipo de cine que, en general, no circula por los circuitos cinematográficos clásicos”.