CINE › STEVEN SPIELBERG HABLA DE SU NUEVA PELICULA
La tragedia de Munich 1972, otra “Guerra de los mundos”
El film va más allá del atentado en los Juegos Olímpicos y retrata la cacería emprendida por el servicio secreto israelí.
Después del éxito de Guerra de los mundos, Steven Spielberg se prepara para su segundo estreno en este mismo año. Su nueva película, titulada Munich, que será lanzada este viernes en Estados Unidos (en Argentina se verá en enero), se remonta a 1972, cuando once atletas israelíes fueron secuestrados y luego asesinados durante los Juegos Olímpicos en Munich, por un grupo de terroristas palestinos. La trama sigue a un grupo de agentes secretos israelíes cuya misión es rastrear a los terroristas responsables de la masacre y vengar a sus compatriotas. En Munich, el director hace un análisis de los hechos posteriores al asesinato de los deportistas y cómo el gobierno de Israel, con el respaldo de su primera ministra Golda Meir, monta un operativo secreto para vengar las muertes de los atletas. El film pone énfasis en el efecto que tiene esta misión en la personalidad del líder del escuadrón israelí, Avner Kauffman, personificado por Eric Bana.
“Uno recibe una misión y la asume porque cree en ella. Sin embargo, el efecto de asesinar a una persona a corta distancia puede ser terrible”, explicó Spielberg. “Quizá tus víctimas tienen una doble vida, pero al final son personas como uno”, dijo el cineasta en una entrevista con la revista Time. “Esto pone a prueba el alma de un hombre y por eso era muy importante para mí mostrar cómo Avner lucha por mantener la integridad de su alma”, afirmó. Los productores decidieron no dar a conocer la verdadera identidad de Avner, con quien conversaron en varias oportunidades durante su investigación sobre los hechos históricos.
Según Spielberg, Avner nunca logrará encontrar paz interior. El director duda asimismo de que israelíes y palestinos logren algún día vivir en paz. “Estoy a favor de que Israel responda de manera fuerte cuando es amenazada, pero al mismo tiempo una respuesta a otra respuesta no soluciona nada. Simplemente crea una maquinaria en movimiento perpetuo”, opinó. “Durante décadas ha habido una política de sangre por sangre en la región del Cercano Oriente. Nadie sabe cuándo o cómo terminará.” Con un costo aproximado de 70 millones de dólares, la película sobre el controvertido conflicto político en Medio Oriente dio más de un dolor de cabeza a los estudios de Hollywood que respaldaron el proyecto. Desde que comenzaron los trabajos de producción, surgieron rumores y críticas de que Spielberg era demasiado pro-Israel para crear una película que fuera objetiva. La respuesta de los productores fue mantener los detalles de la película bajo el máximo secreto posible y no permitieron visitas de periodistas a ninguno de los sets de filmación en Budapest, Malta, París y Nueva York.
Asimismo, sólo algunos actores recibieron una versión completa del guión. Muchos de ellos ni siquiera sabían de qué se trataba la película. El rodaje llevó unos tres meses, desde junio pasado, y el equipo de producción estuvo integrado solamente por colaboradores previos de Spielberg, cuya lealtad al cineasta es incuestionable. Spielberg no realizó ninguna prueba de casting, muy frecuentes en el medio cinematográfico, ni permitió que los ejecutivos de los estudios asistieran a funciones previas. Ni siquiera el protagonista del film, Eric Bana, vio la versión terminada. De acuerdo con el guionista y premio Pullitzer Tony Kushner, el film plantea diferentes cuestionamientos sobre el conflicto en Cercano Oriente. “No se trata de un documento, se trata de arte. Pero el conflicto entre la seguridad nacional y la ética representan un planteamiento importante en el film”, dijo el escritor.