Es algo irónico: cuando Sigmund Freud, defensor de la teoría psicoanalítica de que el deseo sexual es la motivación principal de los seres humanos, descubrió que su protegido Carl Jung estaba teniendo un romance extramarital con una bella paciente de un hospital mental, inmediatamente lo maldijo. El padre del psicoanálisis descubrió que Jung estaba embrollado en una relación sexual impropia con Sabina Spielrein, una rusa de 22 años que primero fue admitida en el hospital suizo en el que Jung trabajaba, y luego se convirtió en una de sus estudiantes más brillantes, y comprometida amante. La revelación causó una fractura en la amistad de ambos hombres, que en los años siguientes se convertiría en una fuerte diferencia personal y profesional, hasta que Jung anunció que abandonaba el pensamiento freudiano y lanzó su propia escuela de análisis basada en la teoría del sueño, el inconsciente colectivo y la espiritualidad.

La fuerte presencia de Spielrein en la vida de ambos médicos será el tema de una película, A Dangerous Method, dirigida nada menos que por David Cronenberg. Allí, Keira Knightley asumirá el rol de la amante de Jung, la heroína desconocida del psicoanálisis cuyas brillantes teorías –a pesar de su fragilidad mental– influyeron en los trabajos de Freud y Jung. El director, conocido por su estilizado tratamiento de historias como su adaptación de El almuerzo desnudo (William S. Burroughs), prepara una interpretación radical de esa fracturada amistad triangular. Por el momento se la define como “una oscura historia de descubrimiento sexual e intelectual, tomada de eventos de la vida real”. Cronenberg dijo que “hace tiempo que le doy vueltas a la historia de atracción sexual entre estos dos buenos doctores y la mujer que los dividió y definió a la vez”.

El film presentará a Michael Fassbender como Jung y Viggo Mortensen como Freud, quien en ese momento estaba luchando con varias de las neurosis sobre las cuales había escrito extensamente. Una década antes, Freud había comenzado a experimentar desórdenes psicosomáticos y un exagerado temor a la muerte. El guión será escrito por Christopher Hampton, autor de la puesta teatral de 2002 The Talking Cure, al que Hampton describe como “la historia real de un romance obsesivo, que jugó un papel determinante en los días pioneros del psicoanálisis”. La filmación comenzará el mes próximo en Viena, y su estreno fue fijado para comienzos del año próximo.

El productor Jeremy Thomas dijo que, aunque Spielrein ha sido largamente olvidada en el plano internacional, “en Rusia es aún hoy una figura muy importante y admirada”, y agregó que “en esta película será presentada como un personaje brillante, de ningún modo una víctima, sino una ganadora. No es usualmente un tema para la cultura popular, pero es una muy importante escuela de pensamiento para el siglo XX”. La película ofrecerá una instantánea de diez años en el triángulo amistoso, comenzando con el ingreso de Spielrein al asilo. Nacida en 1885 en una familia de médicos judíos en Rostov, Spielrein fue admitida en agosto de 1904 en el hospital Burgholzli, cerca de Zurich, donde trabajaba Jung, casado dos años antes. La joven estuvo allí casi un año y estableció una relación profundamente emocional con Jung, quien fue después su consejero médico. Un colega descubrió la falta a la ética de Jung, y éste fue despedido. Luego Spielrein fue dada de alta, escribió una disertación sobre esquizofrenia y fue elegida como miembro en la Sociedad Psicoanalítica de Viena. Siguió trabajando con Jung hasta 1912 y conoció a Freud en Viena, antes de volver a Rusia y casarse.

La intensa amistad entre Freud y Jung comenzó alrededor del mismo tiempo que ese romance: fue cuando Jung, de 30 años, le envió a Freud (entonces de 50) sus Estudios sobre asociación de palabras. Se dice que la primera conversación entre ellos duró más de trece horas. Seis meses después, en 1905, Freud le envió a Jung una colección de sus ensayos , lo que marcó el inicio de una intensa correspondencia y colaboración que se extendió por seis años. Pero las diferencias intelectuales llevaron a que Jung renunciara como miembro del directorio de la Asociación Psicoanalítica Internacional, en la que había sido elegido con el apoyo de Freud en mayo de 1910.

Los primeros trabajos de Carl Jung están en sintonía con los de Freud, pero para 1912 había publicado una teoría sobre la psicología del inconsciente que dejó claro que sus pensamientos tomaban una dirección diferente a la del psicoanálisis freudiano, que llamó “psicología analítica”. Aunque a Spielrein se le ha dado apenas una nota al pie en el desarrollo del psicoanálisis, su concepción del impulso sexual como contenedor del instinto de destrucción y del de transformación –un trabajo que presentó a la Asociación en 1912– se anticipó tanto al “deseo de muerte” de Freud como de la visión sobre la “transformación” de Jung. Algunos sostienen que la mujer inspiró las más creativas ideas de ambos. Cuando Jung conoció a Spielrein, era un psiquiatra novato bajo la influencia del más sabio Freud.

Mientras Freud mostró su censura al romance de Jung, éste a su vez se entrometió en la vida amorosa de su amigo. Se cree que él diseminó el rumor de una relación romántica entre Freud y su cuñada Minna Bernays, que se había mudado al departamento de Freud en 1896. Sus nombres aparecen en un registro de hotel del 13 de agosto de 1898, lo que muchos estudiosos utilizan como prueba fáctica de esos rumores.

De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.