Muchos lectores recordarán que en febrero de este año el Gobierno impulsó la realización de las Jornadas Nacionales Néstor Kirchner, a través de los ministerios de Educación, Desarrollo Social y Trabajo, en conjunto con organizaciones sociales, políticas y estudiantiles. El lema era “Florecen mil flores/Pintamos 1000 escuelas”. Y el objetivo también. Como respuesta, más de 25 mil estudiantes pintaron 1117 instituciones educativas de todo el país, mejorando la situación edilicia para el comienzo del ciclo lectivo 2011. Las actividades se desarrollaron en la Ciudad de Buenos Aires y en las provincias de Chaco, Tucumán, Misiones, La Rioja, La Pampa, Entre Ríos, Salta, Jujuy, Santa Cruz, San Juan y Córdoba, entre otras. Pero además de las tareas de pintura y mejoras edilicias, se desarrollaron encuentros culturales y sociales abiertos a la comunidad. El resultado fue tan exitoso que en julio se realizó la segunda etapa con idénticos resultados en otras provincias. En todos los casos, lo que primó fue la participación solidaria de muchos jóvenes que están floreciendo en la política y que tienen sus primeras experiencias como ciudadanos. Los realizadores y periodistas Emilio Cartoy Díaz y Cristian Jure filmaron todo el proceso de las primeras jornadas y el resultado es Generación del Bicentenario, documental que presentarán hoy a las 19 en el Espacio Incaa Km 0 Gaumont (Rivadavia 1635).

Cartoy Díaz señala a Página/12 que su productora Masato pone el foco en temas sociales como, por ejemplo, tópicos vinculados con los movimientos sociales, con el trabajo y con la inclusión. “El perfil de Masato es producir sobre la realidad inmediata, sobre los temas muy importantes de la Argentina y su relación con América latina”, agrega Cartoy Díaz. En el caso concreto de Generación del Bicentenario, fueron convocados por la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner, para abordar el proceso de las jornadas. Uno de los objetivos de su documental es presentar la cara que no muestran los medios hegemónicos de la juventud que tiene ganas de participar. “Algunos periodistas hacen una descalificación, un recorte, una estigmatización de una generación de chicos muy jóvenes, chicos comunes de todo el país que despertaron a la política, que se volvieron a enamorar, como nuestros padres en el período del ’45-’50, y nosotros en los ’70. Resulta que estos chicos que despiertan a la política son maltratados y se los presenta como que buscan solamente el poder. Lo cual es una gran mentira, porque está lleno de chicos y jóvenes que trabajan en todo el país y esto nosotros lo pudimos comprobar”, detalla el periodista y realizador.

De aquellos días de intensas jornadas solidarias que emprendieron estudiantes de todo el país, Cartoy Díaz resalta “la dedicación, el trabajo profesional y el compromiso” de los estudiantes. Pero también recuerda imágenes difíciles de borrar, como la de una niña de 4 años con el pincel en su mano, al lado de su papá y de su abuelo. Una postal de esas que no abundaban en épocas de neoliberalismo estructural, es decir, no la turística sino la de la inclusión social. “Hubo desde pibes de 4, 5 o 6 años hasta viejos de 80 como, por ejemplo, una portera que hacía tortas fritas para los maestros que también estuvieron en aquellas jornadas”, comenta Cartoy Díaz. El hecho de que esta convocatoria fuera abierta permitió, según Cartoy Díaz, profundizar la idea de la importancia de la participación ciudadana. “Eso está reflejado en el documental. Por ejemplo, hay pibes que nunca habían pintado, ni habían agarrado una brocha, una cuchara de albañil o una lija. Era la primera vez que lo hacían. Y cuando uno les preguntaba por qué lo hacían, decían: ‘Porque es el colegio de mi barrio’.”

Otro aspecto que puede vislumbrarse en Generación del Bicentenario es que las Jornadas Nacionales Néstor Kirchner permitieron revalorizar la escuela pública. “Fue justamente eso”, coincide el correalizador Cristian Jure. “Se podrían haber pintado otras instituciones pero fueron las escuelas. Los gobiernos de Néstor y Cristina construyeron más de mil escuelas. Entonces, pintar mil escuelas, haciendo alusión al poema “Mil flores”, más allá de la poético, tiene un sustrato real importante. Es la revalorización de la escuela, del trabajo, de la juventud y sobre todo de la militancia. Parecerían ser tres cosas que pueden trabajar por separado, pero cuando las ponés en práctica, están juntas”, considera Jure.

El propio Jure explica que en Generación del Bicentenario buscaron mostrar que “hay una militancia viva, rica y nueva pero que toma valores de militancias de décadas anteriores”. “En ese sentido, no sé si la palabra es ’educar’. Creo que hay mucha sabiduría ya en las organizaciones y en los pibes que se están incorporando. Y lo que hay que pensar y reinventar es cuáles son las instancias de participación más adecuadas para los tiempos que se avecinan.” A partir de esta creciente incorporación cada vez más intensa de los jóvenes a la política, “lo que afortunadamente está sucediendo (y ojalá que sea cada vez en mayor volumen) es que se va planteando la participación como un eje fundamental –analiza Jure–. Ya no hay que esperar que las cosas vengan de arriba para empezar a trabajarlas, sino que se están produciendo cosas abajo que son tomadas, en este caso por los ministerios, revalorizadas, y vuelven a bajar. La participación tiene un valor central en los tiempos que se vienen”.

Cartoy Díaz agrega que esta juventud no floreció en la participación política o comunitaria a partir de la muerte del ex presidente sino que viene de antes. “Creo que se hizo visible con la muerte de Néstor Kirchner”, analiza. Y ve como un error la opinión de quienes creen “que estos muchachos florecieron así de golpe”. Cartoy Díaz y su equipo tuvieron la satisfacción de encontrarse con miles de ellos. “Y en el documental queda claro que no importa qué ideas tengan o a qué partido político pertenezcan: lo importante es que están participando, que se han integrado a la política. Y estos chicos van a ser los futuros dirigentes.”